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Todos los días, va a la esquina donde su amo falleció en un accidente de tránsito y aúlla. Allí, comerciantes y vecinos conmovidos lo cuidan y alimentan.

De película. Como en “Hachiko”, y otras tantas historias conmovedoras, cinco años después de fallecido su dueño en un accidente de auto, su perro va a la esquina donde murió y aúlla.
En Cochabamba, Bolivia, un perro mestizo lamenta la pérdida de su amo, en la avenida Papa Paulo de esa ciudad. Como la famosa mascota japonesa del film protagonizado por Richard Gere, algunos lo llaman “Hachi”, otros le dicen “Huachi” o “Huachito”.
“Deben ser unos cinco años desde que falleció su dueño en un accidente de motocicleta. El perro venía por detrás y se quedó aquí desde entonces”, cuenta Román Bilbao Luján, propietario de una carnicería y fiambrería ubicada a unos metros del lugar donde este can color café se despidió de su amo.
El de película. Como en “Hachiko”, y otras tantas historias conmovedoras, cinco años después de fallecido su dueño en un accidente de auto, su perro va a la esquina donde murió y aúlla.
En Cochabamba, Bolivia, un perro mestizo lamenta la pérdida de su amo, en la avenida Papa Paulo de esa ciudad. Como la famosa mascota japonesa del film protagonizado por Richard Gere, algunos lo llaman “Hachi”, otros le dicen “Huachi” o “Huachito”.
“Deben ser unos cinco años desde que falleció su dueño en un accidente de motocicleta. El perro venía por detrás y se quedó aquí desde entonces”, cuenta Román Bilbao Luján, propietario de una carnicería y fiambrería ubicada a unos metros del lugar donde este can color café se despidió de su amo.
El dueño del “Hachi” era un estudiante universitario que todos los días seguía esa ruta en moto con su perro como escolta, hasta que un día fue atropellado por un taxi y murió cuando era trasladado al hospital, contó una vendedora al diario Opinión.
Desde entonces, este “mejor amigo del hombre”, convirtió a la avenida Papa Paulo en su hogar y llora en la esquina donde ocurrió la tragedia, donde conmueve a vecinos y comerciantes que se encargan de alimentarlo. “Camina de esquina a esquina y vuelve al lugar donde murió su dueño y aulla”, detalló la mujer.
El “Hachiko” original fue un perro de raza Akita que pertenecía a Hidesaburo Ueno, un profesor de ingeniería agrónoma de la Universidad de Tokio, que murió en 1925 tras sufrir una hemorragia cerebral mientras daba clases. Pese a que su dueño había fallecido, durante nueve años su mascota fue todos los días a la estación de Shibuya a la hora en la que llegaba el tren que viajaba Ueno.
La lealtad de “Hachiko” fue inmortalizada en una estatua de bronce que se levanta en el lugar donde esperó a su protector, y su historia fue rescatada por Hollywood en la película Hachiko: “A Dog’s Story”, con el estadounidense Richard Gere como actor principal.
Fuente: LRA