Los parches son métodos anticonceptivos hormonales que se colocan una vez a la semana durante tres semanas (la cuarta sería de descanso). El parche anticonceptivo consiste en un parche que se coloca sobre la piel, normalmente en los brazos, glúteos o en el estómago.

Pros:

– Es muy cómodo: tan sólo hay que colocar el parche una vez a la semana

– Previene el acné

– Reduce el riesgo de padecer anemia

– Disminuye los dolores menstruales

– Mejora notablemente los síntomas premenstruales

– No disminuye su eficacia en caso de vómitos o diarreas, como ocurre con la píldora.

Contras:

– Puede provocar trombosis o coágulos en la sangre (en mayor medida que la píldora)

– Pérdida de peso

– Posibles sangrados intermenstruales

– Náuseas y vómitos en algunos casos

– Puede aumentar el riesgo de contraer cáncer hepático

– Se tardan casi dos meses en recuperar la fertilidad.

Efectividad:

Se calcula que los parches anticonceptivos tienen una efectividad del 92 al 98%, por lo que es un método anticonceptivo bastante fiable.

Recomendaciones:

– Como con cualquier otro método anticonceptivo, debes consultar esta decisión con el médico para asegurarte de que se trata del método correcto para ti.

– Sigue las instrucciones de forma correcta para evitar posibles problemas.

No se recomienda utilizar el parche como método anticonceptivo si:

– Tienes migrañas

– Padeces problemas cardiovasculares

– Eres fumadora

– Tienes la piel sensible

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