Como podrán haber notado estuve ausente durante varias semanas. Lo último que escribí fue una pequeña crónica de lo que me estaba sucediendo en mi viaje a Israel. Pero realmente no sentía que lo estuviera haciendo bien, más bien perdí interés y se me hizo más fácil dejar de escribir.

Ésa, definitivamente, no fue la mejor decisión que haya tomado en mi vida, pero sí me enseñó algunas cosas. Por ejemplo, hay que mantener la mano caliente. Con esto me refiero a que si se deja de escribir por completo por un rato, retomarlo es un poco complicado; por supuesto que se puede hacer, pero es algo a lo que nunca se le puede dejar de echar ganas.

Otra cosa que aprendí es que cada individuo se pone sus propias limitaciones. Sí, claro, en la escuela te dijeron que no eras bueno para las matemáticas (o cualquier materia para ese caso) y por eso la sufriste desde primaria hasta la prepa y, en una de esas, hasta el remedial te tuviste que echar en la universidad.  Pero el problema no es que la escuela te diga “no puedes”, sino cuando tú mismo dices “no puedo”. En ese momento es cuando uno pierde y verdaderamente ya no va a lograr hacer eso que le cuesta trabajo.

A lo que voy es, tal vez, las matemáticas no sean lo tuyo, no te gusten o creas que no puedes con ellas. Pero si en cualquier momento te lo propones y las empiezas a estudiar de nuevo desde lo más básico; sin duda, después de -muy probablemente- un largo rato de estar dándole duro, acabarás con más conocimiento de la materia del que tenías antes y, lo mejor de todo, del que tú mismo creías que podías llegar a tener.

Entonces una frase como: “Puedo hacer lo que yo quiera”, toma un sentido completamente diferente. Cuando realmente crees que puedes hacer lo que sea, el mundo (o al menos la realidad que cada quien percibe) se puede volver un lugar extraordinario donde lo único que se ve son oportunidades.

Pero ¿qué quiero decir con todo esto? No lo sé realmente, cada quien sacará sus conclusiones y podrá pensar lo que quiera (no hay de otra). Pero si algo les puedo asegurar es que estoy muy contento de estar de vuelta y de volver a escribir para ustedes. Sin más preámbulo aquí están las cinco recomendaciones de esta semana.

 

  • El triple filtro. Una banda nacida en el DF, con integrantes de Estados Unidos, México y Chile. Acaban de lanzar un EP llamado Drifting EP. Llevo en crisis musical como 2 años pero esta banda me convenció. Su álbum está disponible para descargar en la página de internet del grupo y sólo cuesta “50 pesitos”,  como ellos dicen. http://drifting.triplefiltro.com/

 

  • Ghetto kids. Para los que les gusta bailar como desquiciados ésta es su banda. Dos DJ’s y un baterista mezclan  ritmos latinos con Dubstep para crear un revoltijo de sonidos perfectos para mover el esqueleto. Aquí su Soundcloud para que les echen una oreja. https://soundcloud.com/ghetto-kids

 

  • RED 2. Una comedia diferente en la cual lo chistoso es más bien el contexto y no lo que hacen o dicen los actores. John Malkovich, Catherin Zeta-Jones, Bruce Willis y Hellen Mirren son algunos de los actores de la película de Dean Parisot. Es un poco larga pero quedarse hasta el final vale la pena. Si no vieron la primera parte es recomendable que lo hagan, no sólo para disfrutar más de la secuela pero porque es una gran película también.

 

 

  • Por último y como siempre una canción para que se puedan desconectar de su mente por algunos minutos (en este caso 17). Shine On You Crazy Diamond de Pink Floyd.

Que tengan una excelente semana.