maniqui

Escrito e Ilustrado por Franco Mattiello

A veces no nos detenemos a pensar en los recursos indispensables para que se ejerza una acción, por ejemplo en el ámbito de la exhibición en la moda, un artículo que podría pasar desapercibido es el maniquí, a pesar de ser de suma importancia.

[sws_blockquote_endquote align=”” cite=”” quotestyle=”style01″] La palabra viene del holandés manneken que significa hombre pequeño [/sws_blockquote_endquote]

Aunque no tenemos registro fidedigno de cual fue el primer maniquí oficialmente, sí sabemos que se popularizó hasta la revolución industrial en los 1880´s .Por supuesto se le atribuye el uso y propagación de este artículo a Francia usado desde la confección hasta la exhibición de las prendas que marcarían tendencia en el mundo de la moda. Es un recurso que aparentemente muestra como se vería la prenda una vez que se porte.

Esto también abrió camino al uso, mejora y diseño de escaparates ya que en el siglo XIX lo más común era que los comercios tuvieran ventanas grandes al frente para permitir que la mayor cantidad de luz natural se dirigiera hacia el interior de las tiendas, así que los comerciantes comenzaron a poner maniquíes en la zona frontal para hacer gala de sus productos y es así que comienzan a establecerse los escaparates que hoy conocemos.

Lo más interesante del tema es el impacto social que puede tener un objeto que nace originalmente con un propósito meramente funcional. Es decir los maniquíes fueron pensados como un apoyo para exhibir una prenda sin embargo no fueron sólo las prendas las que marcaron tendencias sino que las figuras de los maniquíes se volvieron a su vez un estereotipo de cómo debería lucir la mujer que las porta. Se crearon cánones acerca de supuestos estándares de belleza que eran en realidad prácticamente imposibles de cumplir, provocando en muchas ocasiones frustración en las consumidoras. Me parece un fenómeno digno de ser observado el hecho de cómo influyen los objetos en nuestra psique.

Como último dato, en 2010 la línea de ropa sueca Åhléns comenzó a exhibir sus prendas sobre maniquíes de talla normal, con curvas e imperfecciones retratando a la mujer promedio convencional, con esto permitieron que más mujeres se identificaran con las “modelos” resultando en un claro aumento en ventas.