dislexia

La imposibilidad en la lectura y la escritura entre el primero y segundo años de primaria son los indicios más representativo de dislexia, afirmó la pedíatra Martha Elba González Cuevas.

Subrayó que es importante diagnosticar dislexia en forma temprana porque se condenaría al niño a llegar a la etapa adulta con problemas no sólo a nivel de aprovechamiento académico, sino en autoestima.

La encargada de la Coordinación de Soporte Médico en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco señaló que el problema de la dislexia por lo general se capta cuando el niño comienza a acudir a planteles educativos y tiene dificultad en el aprendizaje de la lectura y la escritura.

Agregó que se manifiesta por faltas de ortografía y confusión de letras, por lo que es común que sean los maestros quienes se den cuenta del padecimiento.

Expresó que si bien la expresión más evidente de la dislexia se da en los primeros años del niño en la escuela, existen indicios desde la etapa de lactancia que pueden alertar a las mamás de que su bebé podría desarrollar dicho problema.

Subrayó que las mamás deben saber que a los tres meses el lactante es capaz de sostener la cabeza en cuatro posiciones, “es decir, arriba, abajo y a ambos lados; otro dato a considerar es que también a esa edad, el bebé empieza a dar palmaditas y al colocarle algún objeto en sus manos lo aprieta y lo empieza a reconocer”.

Precisó que si esto no sucede o bien si ya en edades más avanzadas el niño no puede sostener la vista sobre un punto fijo, “por ejemplo al leer, que se salte líneas o bien no perciba que ya pasó de uno a otro renglón y además no pueda hilar una frase sino más bien utiliza sílabas aisladas, es importante que los padres lleven a ese pequeño a revisión médica”.

Destacó que la dislexia, al margen del atraso escolar que le significa al niño, “le acarrea burlas y por lo mismo un sentimiento de minusvalía que puede pesar incluso más que su dificultad en la lectura y la escritura”.

Afirmó que los niños disléxicos tienden a ser muy visuales, “por lo que a través de la percepción de imágenes y la asociación de éstas con el nombre que las identifica, logran avances importantes y esto se puede hacer inclusive desde casa, por ejemplo, ponerle nombre a las cosas o señalar las cosas y decirles su nombre”.

Resaltó la importancia de captar el problema antes de los dos primeros años de educación primaria “o mejor aún, dentro de la etapa de lactante o incluso a los largo de los primeros 12 meses del bebé, para así actuar de forma oportuna y ofrecerle mejor calidad de vida”.

Guadalajara, 26 Ago. (Notimex).