Depende de qué tan refinado sea el paladar de cada persona, pero definitivamente el mío no da como para hacer una lista de los cinco mejores restaurantes de comida mexicana en la Ciudad de México. ¿Qué hice? Contacté a un profesional. El chef Rafael Zaga estudió gastronomía en Le Cordon Bleu México y ha trabajado en varios restaurantes en la ciudad, entre ellos el Paxia.

Le pregunté cómo se puede saber si un restaurante es de los buenos. Me comentó que lo más importante no es necesariamente lo que vendan (en este caso comida mexicana), sino saber la razón por la cual lo venden. El restaurante debe tener una filosofía que se refleje en cada plato que se prepare, la vestimenta de los meseros, el ambiente, etc. Un concepto claro de lo que se quiere vender, no sólo comida, sino una experiencia, una cultura.

Un ejemplo de esto es tener menús regionales que muestren la diversidad de la comida mexicana. Ya que es muy diferente si proviene de Veracruz o de Baja California. Así se le da una identidad a cada platillo y se puede saber que el chef sabe lo que está haciendo.

Sin más preámbulo, los cinco restaurantes recomendados por el chef Zaga:

  • MeroToro: Comida de Baja California. Sabrosos ceviches y pescados (entre otros platillos). Se encuentra en Ámsterdam 204, entre Iztacíhuatl y Chilpancingo en la Colonia Condesa.
  • Pujol: Su objetivo es seguir innovando. Mezclan lo tradicional con lo contemporáneo para crear sabores únicos. Está en Francisco Petrarca 254, Polanco.
  • Dulce Patria: Comida tradicional mexicana con un toque estético. Se encuentra en Anatole France 100, Colonia Polanco Chapultepec
  • Cualquier puesto desconocido: atrévete a probar cosas que nunca hayas comido en lugares que jamás habías visto. Hay de dos, o está terriblemente mala la comida (o no lo suficientemente buena como para regresar), o tienes una experiencia culinaria exquisita que nunca hubieras tenido si no te salías de tu zona gastronómica de confort

Posteriormente le pregunté cómo sorprendería a su pareja en la cama (gastronómicamente hablando, por supuesto) en una ocasión especial. Me dijo que el desayuno perfecto son unos huevos benedictinos con una mismosa y flores. Aquí la receta.