La semana pasada, cuando SpaceX lanzó exitosamente seis satélites de Orbcomm en su cohete, Falcon 9, la empresa también pudo probar su sistema para conseguir un “aterrizaje suave” de su cohete de primera etapa. Esto fue parte de una serie de pruebas que hizo la empresa con la esperanza de crear su primer cohete reusable. Si esto tiene éxito, SpaceX podría ahorrar miles de millones de dólares en el costo de cohetes.

Ayer la empresa anunció que su prueba del cohete de Falcon 9 fue exitoso. Esto marca la segunda vez que logra un aterrizaje suave en el océano. El primero tomó lugar en abril.

Según Space X, el cohete reusable pudo regresar del espacio a velocidades supersónicas, prender los motores principales una segunda vez, desplegar patas para aterrizar y tocar suelo con casi nada de velocidad.

Mientras estaba sobre la superficie del agua, el cohete se volcó de lado, quedando horizontal sobre el agua con la intención de ser recuperado intacto. Sin embargo, el agua entró por el casco del cohete, eliminando la posibilidad de recuperación. A pesar de esto, SpaceX insiste que tiene suficientes datos para hacer más pruebas.

“En este punto tenemos confianza de poder aterrizar exitosamente en una plataforma de lanzamiento flotante o de regreso al sitio de lanzamiento para reusar el cohete sin tener que arreglarlo completamente,” dijo la empresa en una declaración.

Los siguientes lanzamientos de SpaceX requerirán demasiado combustible para poner a prueba la etapa reusable otra vez, pero después de eso quieren lanzar tres cohetes para probar el sistema. El primero será otro aterrizaje en el agua y los siguientes dos aterrizarán en una superficie sólida.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.