Psicoanálisis.

Sigmund Freud, nació en Friburgo, Moravia el 6 de mayo de 1856, hijo de Amalia y Jacob Freud, fue el hijo mayor del tercer matrimonio de su padre que era comerciante de lana y textiles. Schlomo Sigismund Freud (su verdadero nombre) fue educado como judío de una forma poco tradicionalista y abierta a la filosofía del siglo de las luces.

En 1959 Jacob deja Friburgo para instalarse en Leipzig donde esperaba los negocios mejoraran, pero después de un año en que los negocios no mejoraron, se instalo en Leopoldstrasse, el barrio judío de Viena.

En 1873 Sigmund comenzó sus estudios de medicina, le apasionaba la ciencia positiva y la biología darwiniana. En 1875 consiguió una beca para estudiar en Trieste la vida de las anguilas macho y el trabajo que desarrollo sobre este tema demuestra el interés que tenía por explicar el funcionamiento de las células nerviosas. En 1885 es designado  Privatdozent  de neurología y obtuvo una beca para viajar a París, donde deseaba conocer a Charcot, cuyos planteamientos sobre la histeria le fascinaban. De regreso en Viena se inició la práctica privada tres veces por semana, donde se ocupaba esencialmente de mujeres de la burguesía vienesa calificadas de enfermas nerviosas y afectadas de trastornos histéricos, a quienes comenzó a tratar con métodos hipnóticos desarrollados por Hippolyte Berheim; pero una vez que comenzó a trabajar con Joseph Breuer abandonó la hipnosis en beneficio de la catarsis, después creó el método de la asociación libre, que una de sus pacientes denomino como la talking cure, para desembocar en el psicoanálisis, palabra que fue usada por primera vez en 1896, y su creación se le atribuye a Breuer.

El Psicoanálisis estriba en la exploración de los contenidos inconscientes de los pacientes a partir de la asociación libre y el apoyo de la interpretación por parte del analista.

A partir de su trato con histéricas Freud desarrolló una teoría compleja sobre el funcionamiento mental en el que el sujeto tiene un deseo o pulsión (trieb) que lo orienta hacia la consecución de un acto incestuoso con el padre del sexo opuesto en los primeros años de vida, este evento da pie a que comience el complejo de Edipo, que fue explicado en un principio en sujetos masculinos, y Freud explicaba que el niño desea a la figura materna, pero al percatarse de la diferencia de los sexos, comienza a temer a su padre, pues al ostentar el Falo simbólico se convierte en aquel que puede castrar al niño, generando ansiedad, por lo que el movimiento posterior es que el niño deje de competir con él para identificarse con él.

En su teoría Freud propuso cinco etapas de desarrollo psicosexual, que comenzaban en los primeros meses de vida del sujeto y terminaban alrededor de 6 o 7 años. Estas etapas se caracterizan por la predominancia de una zona erógena, que comienza con la etapa oral cuando las primeras satisfacciones del sujetos se relacionan con pecho materno y la saciedad del hambre, todo esto antes de que pueda desfragmentar la imagen propia y establecerse en el estadio del espejo, donde se diferencia de su madre y se constituye como un yo (moi). La siguiente etapa es la etapa anal, aquí el sujeto encuentra satisfacción en el control de esfínteres, que se traduce en control de la madre, pues la premia o castiga con sus heces. La siguiente etapa es la etapa fálica en la que la zona erógena son los genitales y se da la diferenciación de los sexos, para pasar a una etapa de latencia donde las pulsiones incestuosas se reprimen hasta llegar al estado de genitalidad, que es cuando el sujeto a sobrellevado el complejo de Edipo y es capaz de establecer relaciones saludables con otros y puede también postergar un placer inmediato por una satisfacción mayor en un futuro.

El mayor descubrimiento de Freud fue el Inconsciente, que se refería a todos los procesos mentales que ocurren fuera del alcance consciente de los sujetos. A este término, o estrato le agregó los de Preconsciente que se refería a los contenidos que si bien no estaba en estado consciente el sujeto podía recuperar fácilmente, y por último el nivel consciente que se refería a todos los contenidos mentales de los cuales el sujeto estaba al tanto.

A estos estratos o niveles de conciencia se les adjuntan las instancias yoicas, la primera es el Ello, instancia netamente inconsciente depositaria de todos los deseos y pulsiones del sujeto, busca satisfacción inmediata de sus demandas al costo que sea, demandas que interpone ante la segunda instancia: el Yo, que tiene parte Inconsciente y parte consciente, y debe mediar entre el Ello y la tercer instancia, el Súper-Yo. Esta última se crea al terminar el complejo de Edipo, cuando el padre instituye la prohibición del incesto y establece el yo-ideal al que el sujeto debe aspirar.

Derivado del proceso que lleve el sujeto a través de las etapas psicosexuales y como solvente el complejo de Edipo, se determina su estructura psíquica, que puede dividirse en neurosis, perversión y psicosis. La neurosis en la primera tópica freudiana, abarcaba muchos rasgos y tipos de neurosis, pues como no era un campo delimitado Freud fue nombrando conforme fue encontrando y profundizando en las estructuras, ya en la última tópica podemos reducir todas las neurosis a tres: la Histeria, la Obsesión y la Fobia. Estas tienen como característica fundamental la angustia que le produce al sujeto el deseo incestuoso por un lado y la amenaza de castración por el otro. La siguiente estructura es la de los perversos, término que evoluciona desde el Medioevo designando primero a aquellos que actuaban en contra de las escrituras bíblicas y que en la época de Freud se refería a las personas que actuaban contra natura desde los puntos de vista darwinistas, esta estructura abarcaba a los invertidos (homosexuales), fetichistas, sádicos y masoquistas, la postura de los perversos ante el complejo de Edipo era la denegación de la prohibición del incesto por parte del padre, por que el complejo en ellos llevaba una doble negación que positivizaba su deseo. La tercera estructura es la de los psicóticos, lo que comúnmente llaman locos, y estriba en el delirio, afirmaciones que no tienen objetos por debajo de sus conceptos, nunca percibieron la prohibición por parte del padre.

La corriente psicoanalítica ha evolucionado al pasar por el tintero y escrutinio de intelectuales y analistas, la primera en recibir la estafeta fue Anna Freud, hija del fundador, entre sus aportaciones más relevantes esta la tipificación de los mecanismos de defensa, y una corriente de pensamiento que se alejo de la de su padre al postular la relevancia de lo real en la relación de objeto.

Posteriormente Melanie Klein y Françoise Dolto, ambas analistas de niños le dieron importancia a la representación imaginaria más que al objeto real para el tratamiento de casos. Klein desarrolló una teoría a partir de dos estados psíquicos que se articulan en relación a la madre, es estado esquizoparanoide que es un estado agresivo hacia el objeto satisfactor de necesidades al confrontar la frustración que este produce, y el depresivo que se da cuando el sujeto ha asesinado simbólica e imaginariamente al objeto satisfactor para posteriormente llegar a una representación integral del mismo. Y Dolto desarrollo postulados sobre el desarrollo del niño durante el estadio del espejo, postulados que ayudaron a Jacques Lacan a desarrollar su esquema especular donde el sujeto al constituirse lo hace a partir de la imagen del otro (a’).

Lacan es de los últimos en aportar al psicoanálisis al incorporar nociones de física, topología, lingüística, antropología, filosofía, matemáticas, lógica etc. a sus postulados, y pugnó por hacer un retorno a Freud, inclusive en uno de sus seminarios se jacta de ser el único que ha leído filosóficamente al maestro. Sus resultados fueron entre otros los tres registros, el real, el simbólico y el imaginario; el nudo borromeo; el grafo del deseo y la re concepción de las estructuras y su etiología.