No siempre hace falta ponerse a dieta para perder peso. Comer bien y seguir los consejos que nos da una nutricionista será suficiente para mantener el tipo. Toma nota y empieza la operación biquini con cabeza y sin pasar hambre.

La llegada de la primavera trae consigo la famosa operación bikini, especialmente para las mujeres. Según Irene Fernández Jalao, Directora de Nutrición y Dietética de Woman 30, muchas de ellas recurren a las dietas milagro: “se calcula que más de la mitad de las que se ponen a régimen lo hacen con el único objetivo de rebajar kilos”. Pero, ¿cuántas lo consiguen y qué es lo consiguen?

Como comenta esta experta, estudios recientes desvelan que hasta el 60% de las mujeres que inician una dieta sin control y sin asesoramiento la abandonan al poco tiempo y no obtienen resultados positivos; y las que consiguen terminar estas dietas acaban recuperando peso y, en algunos casos, perjudicando su salud.

Según los expertos nutricionistas de la red de centros de salud Woman 30 “es aquí donde radica el problema, que se hacen estas dietas sin contar con la ayuda de profesionales, que pueden aconsejar y personalizar las dietas individualmente, no sólo con el objetivo de perder peso, sino de mejorar la salud y las condiciones físicas”.

“Otra circunstancia asociada a la operación bikini es que la mayoría de las mujeres que hacen dieta para perder peso se limitan a cambiar sus hábitos alimenticios y no se plantean hacer deporte para ello”, afirma Fernández Jalao. Dejar de comer determinados alimentos no es suficiente y puede ser perjudicial”, dice. “Está demostrado que la práctica del deporte asociada a una dieta sana y equilibrada es lo único que garantiza resultados a medio y largo plazo para mantenerse en el peso ideal”, añade.

Adopta estos hábitos

Si quieres lucir tipo este verano y mejorar tus hábitos nutricionales y de vida, pon en práctica ¡ya! las 10 claves que nos propone Irene Fernández Jalao:

1. Masticar despacio. Es un buen recurso para reducir la cantidad de comida que ingerimos, ya que nos permite comer menos sin pasar hambre. Comer con más calma, aunque la ingesta sea menor, incrementa la sensación de saciedad y mejora la digestión y el tránsito.

2. Hacer cinco o más comidas al día. Incrementar el número de comidas, haciendo una media de cinco al día, nos permitirá mejorar nuestros hábitos alimentarios. Pero tan importante como el número de comidas diarias es saber qué comer en cada momento del día. Por ejemplo, los alimentos ricos en vitaminas y calcio es mejor ingerirlos por la mañana, y por la tarde es mejor comer alimentos ricos en hierro. Haciendo esto, conseguimos que nuestro organismo proceso mejor los alimentos.

3. Reducir los carbohidratos. Reducirlos sí, pero eliminarlos no. Una buena dieta es aquella en la que se reducen las calorías que se ingieren, pero se aportan de manera equilibrada tanto carbohidratos, como proteínas y otros nutrientes. Los carbohidratos es aconsejable consumirlos por la mañana, para que el organismo los vaya quemando a lo largo del día.

4. Reducir sal y salsas.Cuanto más reduzcamos en nuestra alimentación el consumo de alimentos preparados o listos para tomar, más podremos controlar la cantidad de sal que consumimos. La sal es necesaria, pero está demostrado que la consumimos en exceso, porque este tipo de comidas preparadas contienen unas dosis muy elevadas de sal, y exactamente lo mismo ocurre con las salsas. Si eliminamos este tipo de comidas de nuestra alimentación, podremos reducir su consumo, lo que será beneficioso para nuestra salud, ya que, entre otras cosas, mejoraremos nuestra presión arterial.

5. Tomar zumos naturales en lugar de envasados. Los beneficios de los zumos naturales frente a los envasados son incuestionables. Un zumo de una fruta recién exprimida aporta todos los nutrientes que contiene (vitaminas, minerales). Los envasados contienen azucares o edulcorantes añadidos, ya sean naturales o artificiales.

6. Cambiar los refrescos por agua. Para llevar una dieta sana, éste es uno de los primeros pasos. Beber más agua, unos dos litros al día, y evitar los refrescos y las bebidas azucaradas en general. Y en cuanto al agua, mejor si no está muy fría, porque ayudará a que hagamos mejor la digestión.

7. La fruta, por la mañana. El mejor momento para comer fruta es por la mañana, ya que aporta mucha energía y es cuando más deprisa quema nuestro organismo las calorías que aporta. Si la comemos entre horas, también se puede hacer a media mañana. A media tarde el organismo trabaja más lento y le costará más quemar las calorías.

8. ¿Cambiar el pan blanco por integral? Más que sustituir un pan por otro, la clave está en escoger el mejor momento del día para consumirlo. Por la mañana podemos comer pan blanco, ya que contiene más carbohidratos y podremos quemarlo más fácilmente.

9. ¿Mejor vino que cerveza? Si se beben con moderación, ni el vino ni la cerveza son malos para la salud. Por ejemplo, las dos bebidas tienen propiedades antioxidantes. No obstante, lo mejor para una dieta sana y una salud óptima es reducir al mínimo la ingesta de alcohol.

10. Hacer ejercicio. Por lo general, llevamos una vida sedentaria. Que nuestra dieta sea sana está muy bien para gozar de una buena salud, pero es fundamental complementarlo adoptando hábitos saludables como el ejercicio. En definitiva, se trata de combinar una dieta equilibrada con la actividad física. Para ello lo mejor es seguir un plan personalizado, tanto en nuestra alimentación como en la actividad física que más nos conviene, como los que diseñan lo expertos de Woman 30. Una opción es diseñar un programa de entrenamiento único y personal, a través de la concentración del ejercicio en periodos de 45 minutos, combinando un entrenamiento en circuito con clases colectivas dirigidas.

Terra. 30 Marzo 2013.