Con motivo de de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se celebra del 1 al 7 de agosto, los especialistas recuerdan que esta práctica es el mejor refuerzo para el sistema inmunológico del bebé. Es el antídoto más natural, sencillo y eficaz contra las enfermedades más frecuentes en la niñez. Y es gratuito.
En ese sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió algunos puntos relevantes con el objetivo de promover su práctica y de extender el conocimiento de sus beneficios:
1. La lactancia materna debe iniciarse idealmente en la primera hora después del nacimiento y continuarse de forma exclusiva hasta los 6 meses de edad, pudiendo después extenderse hasta los 2 años de vida. Se recomienda evitar los biberones y dar “a demanda”, siempre que el bebé lo pida, de día y de noche.
2. La leche materna es el alimento ideal para los recién nacidos y los lactantes, contiene todos los nutrientes que necesitan y posee anticuerpos que los protege de enfermedades frecuentes. Además, es económico y esta siempre a nuestro alcance.
3. La lactancia también beneficia a la madre, pues reduce el riesgo de cáncer de mama y ovario, así como también favorece la pérdida de peso anterior al embarazo y reduce las tasas de obesidad.
4. Además de los beneficios inmediatos para los niños, la lactancia materna propicia una buena salud durante toda la vida. Los adolescentes y adultos que fueron amamantados de niños tienen menos tendencia a sufrir sobrepeso u obesidad. Son también menos propensos a sufrir diabetes de tipo 2 y obtienen mejores resultados en las pruebas de inteligencia.
5. Las leches infantiles o lactancia artificial no reemplazan la leche materna, pues no contiene anticuerpos y puede proporcionar de forma deficitaria nutrientes a causa de una incorrecta dilución de la fórmula. Además, tienen un costo muy elevado.
6. La lactancia materna es posible cuando se es VIH positivo, e incluso, el tratamiento con antirretrovirales y la lactancia pueden garantizar la sobrevida del lactante. Se recomienda a la madre con VIH recibir antirretrovirales para amamantar sin riesgos.
7. Internacionalmente se regula la comercialización de sucedáneos de la leche materna y éstos en su etiqueta deberían declarar los beneficios de la leche materna y los riesgos del uso de leches artificiales o de fórmula. Además, se prohíbe dar muestras gratis de estas leches a mujeres lactantes o subsidiar su comercialización.
8. Al principio la lactancia puede resultar compleja, por eso, es un proceso que se aprende y necesita de apoyo para que las madres no dejen de amamantar a sus hijos. En la actualidad hay más de 152 países en todo el mundo que cuentan con hospitales o centros “amigos de los niños” donde se ofrece apoyo y personal calificado que asiste a las madres para lograr la lactancia.
9. Muchas madres que reanudan su actividad laboral abandonan la lactancia materna parcial o totalmente porque no tienen tiempo suficiente o no disponen de instalaciones adecuadas para dar el pecho o extraerse y recoger la leche. Las madres necesitan tener en su trabajo o cerca de él un lugar seguro, limpio y privado para poder seguir amamantando a sus hijos. Se puede facilitar la lactancia materna adaptando las condiciones de trabajo, por ejemplo mediante la baja por maternidad remunerada, el trabajo a tiempo parcial, las guarderías en el lugar de trabajo, las instalaciones donde amamantar o extraerse y recoger la leche, y las pausas para dar el pecho.
10. A partir de los seis meses se deben introducir alimentos sólidos en forma de puré como complemento de la leche materna. Para su elaboración se puede partir de la comida que tome la familia. La OMS destaca que:
- la lactancia materna no debe reducirse al comenzar a introducir alimentos complementarios;
- los alimentos complementarios deben administrarse con cuchara o taza, y no con biberón;
- los alimentos deben ser inocuos y estar disponibles a nivel local, y
- es necesario bastante tiempo para que los niños pequeños aprendan a comer alimentos sólidos.