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Aunque no hayas nacido en el entonces DF, existen ciertas frases y acciones que sólo se hacen y dicen en esta ciudad, y a las cuales con el paso del tiempo te vas acostumbrando e incluso usando, a veces inconscientemente, como parte de tu argot del día a día. Aquí te dejamos 10 cosas que sólo entenderás si vives en la hermosa y caótica Ciudad de México:

1. Quesadilla con o sin queso. Para muchas personas de otros estados la quesadilla quiere decir que ya trae queso, y esta es una discusión interminable.

2. El amor por los tacos de pastor a cualquier hora. No es por presumir pero en ningún otro lado comerán unos tacos al pastor tan ricos como los de la Ciudad de México.

3. Para llevar comiendo. Para lo que no sepan, esta frase responde a la acción de pedir algo de comer o tomar, y pedir que lo pongan en una bolsita o recipiente que permita que lo comas mientras caminas.

4. El viernes de… tráfico. Es cierto que todos los días de la semana, excepto los domingos, aunque no siempre aplica, hay tráfico; pero los viernes por alguna razón hay mucho mucho más que cualquier día, y si es quincena aumenta el doble.

5. La michelada con sal y limón. Lo que en otros parte de México se le conoce como chelada para nosotros es michelada.

6. La ira al volante y el manejo defensivo. Además de a todo mundo saludarle a su mamá, cuando manejamos tenemos que aplicar técnicas para enfrentar a los microbuses, taxis, perros, gatos y peatones.

7. El miedo al Torito. No hablamos del personaje de Pedro Infante, sino del lugar al que vas si te detiene el alcoholímetro, ese que ni a tu peor enemigo le deseas.

8. Las horas pico en el transporte público. Esto es tu peor pesadilla, deja que no haya un asiento libre en el metro o microbús, el verdadero problema es poder subirse y respirar con normalidad una vez dentro, eso sí es una experiencia extrema.

9. Vivir entre marchas. Las manifestaciones son parte de nuestro día a día, así que hay de dos, o te vuelves un experto en rutas o te quedas atrapado entre la multitud.

10. Despertar con tamales y colchones.  No es que te levantes literalmente entre estas dos cosas, pero la frase “¡Lleve sus ricos y deliciosos tamales oaxaqueños!”, así como la emblemática “Se compran colchones, refrigeradores o algo de fierro viejo que vendan”, funcionan como despertador los fines de semana.