El poder curativo de los abrazos es real. Sólo necesitarás 8 abrazos al día para sentirte saludable y lleno de energía. Y estas son las razones por las cuales los abrazos deberían formar parte de tu rutina diaria relacionada con tu salud.
- Los abrazos elevan los niveles de oxitocina, lo cual puede disminuir la sensación de enojo, soledad y aislamiento.
- El sentido del tacto de un abrazo genera confianza y da seguridad personal. Esto ayuda a la comunicación abierta y honesta entre dos personas.
- Mantener un abrazo durante mucho tiempo eleva los niveles de serotonina, modificando el humor y generando felicidad, esencial para un estilo de vida saludable.
- Los abrazos fortalecen el sistema inmune; la presión que se ejerce en el esternón y la carga emocional que se crea en un abrazo estimula la glándula del timo, la cual regula y balancea la producción de células blancas. Estas células son las responsables de mantenerte saludable y libre de enfermedades.
- El autoestima también aumenta con los abrazos. Desde el momento en el que nacemos, el toque de nuestra familia nos enseña que somos amados y especiales. Esta asociación del aumento de autoestima relacionado con el tacto adquiridas en nuestros primeros años se encuentran grabadas en nuestro sistema nervioso. Los cariños que recibimos de nuestra mamá y papá durante nuestro crecimiento permanecen grabadas en nuestras células y los abrazos nos recuerdan eso. Por lo tanto, los abrazos nos conectan con nuestra capacidad de amor propio.
- Se relajan los músculos. Los abrazos alivian la tensión acumulada en nuestro cuerpo y tienen la capacidad de aliviar el dolor al incrementarse la circulación en nuestros tejidos suaves (músculos)
- Los abrazos equilibran el sistema nervioso. La respuesta galvánica que ocurre en la piel al momento de dar y recibir un brazo modifica la capacidad conductora de la piel. El efecto de la húmedad y electricidad en la piel indica un estado más equilibrado en el sistema nervioso.
- Nos enseñan a dar y recibir. Existe un valor igual entre recibir y dar y compartir. Los abrazos nos enseñan cómo el amor fluye de ambas maneras.
- Los abrazos son muy similares a la meditación y la risa. Nos enseñan a dejar ir y vivir el momento. Nos ayudan a fluir con la energía que nos rodea. Abrazar te conecta con tu corazón, tus sentimientos y tu respiración.
- El intercambio de energía entre dos personas que se abrazan es una inversión en la relación. Fomenta la empatía y la comprensión entre dos personas.
vía: Faculty of medicine