Es sorprendente cómo algo tan pequeño te puede arruinar el día por completo, pero pasa más seguido de lo que quisiéramos. La diferencia entre un buen día o un mal día puede ser por algo tan trivial como que te deje el camión.

Estás cosas con frecuencia no tienen verdadero impacto con el resto de nuestro día, pero no nos dejamos de enfocar en ellos, insistiendo que nos arruinaron el día.5d6f39c7-3e58-4c53-b18a-4c892c7ccd56_tablet 5f207b63-8a28-4aa3-9695-402eb29c2060_tablet 8c3f0525-2bb7-4b32-a1ef-d76d0fe6b14e_tablet 31e04e09-0ebd-4110-9f36-b3928934281c_tablet 389f3732-f2fd-4955-8c3e-45c89579a46c_tablet 12004c0d-f8bd-46ab-af44-abb4e2db1a0a_tablet 74470893-e4a3-4ef7-9c72-28ec481ec069_tablet 92311409-037a-4163-b905-13c11418b385_tablet a4a6eaa8-2ab6-410f-bf3b-68476fe32a53_tablet c2d9f232-edf5-4f4c-a417-550c638d5401_tablet e3cb93a0-0582-4f5f-b6c6-674c57de4041_tablet

Publicado por Othón Vélez O’Brien.

Category: Fun