Hay unos problemas que dependen totalmente de dónde te encuentras. En inglaterra las temperaturas de 30ºC es considerado una preocupante oleada de calor. En Arizona, ese clima es placentero comparado con el clima de 37ºC y arriba que llega a hacer en el verano.
Así que es poco probable que un británico se haya levantado un día para descubrir que sus velas de derritieron. Pero estas temperaturas ambientales no son algo de fantasía, en realidad pasa en algunas partes del mundo que llega a hacer tanto calor que objetos que se derriten cosas que nunca te imaginarías que sería posible.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.