Muchas recordarán con una enorme risa en el rostro las mil y una cosas maravillosas que les pasó –les pasará o les está pasando- durante los dulces 20 años. 

Ese segundo piso lleno de diversión, universidad, amigos, primeros amores, primeras borracheras, primeros desengaños, primeros viajes… en fin, demasiadas primeras veces. Una época de construcción que como tal requiere cambios, decisiones, nuevas experiencias, que son las que hoy seguro te hacen soltar carcajadas o, pensar en lo luchadora que fuiste por sobrellevarlas.

Pero con la cercanía de los, por suerte ya no temidos 30 años, suele llegar como una especie acumulación de vivencias que nos permiten vivir sin tanto drama y tomar decisiones con mucha mejor capacidad. A veces son cosas simples como «no debo endeudarme más de la cuenta» o «este es el último trago que tomo por esta noche».

La teoría de Erickson, muy popular dentro de la psicología moderna, aseguraba que «a medida que nos acercamos a la madurez se tiende a preocuparse más por los procesos filiativos y la consolidación de un proyecto personal de vida se alcanza durante este tiempo».

Estas son 15 lecciones que de seguro aprenderás antes de los 30 años:

1. Digo lo que quiero cuando quiero. Y no se trata de no tener filtro. Si algo se aprende con el paso del tiempo es que guardarse las cosas que sientes no sólo es perjudicial para la salud sino para la mente y el corazón. Decir cuando algo te molesta, cuando lo que quieres es X y no Y, cuando algo no te suena bien, es una lección que tendrás aprendida para esta etapa.

2. Los amigos son escasos. Tendrás un millón de conocidos o quizás sólo un par, pero tu grupo de amigos será cada vez menor. La buena noticia es que te quedarás con quien realmente se preocupe por ti y quiera hacer una relación de amistas verdadera.

3. Tomarás más riesgos en tu vestir. Si antes pensabas que era imposible ponerte una camisa de animal print o unos zapatos de de piel de cocodrilo, ahora podrá ser una opción de tu ropero. No es arruinar tu estilo, sino darle pequeños detalles de atrevimiento.

4. Te gustas. La libertad de sentirte cómoda con quién eres y con tu cuerpo estará por encima de lo que dicen los demás. Sí seguramente tendrás gorditos y un poco de todas esas cosas que parece que tenemos que esconder las mujeres, pero ¿y qué? Aún así te encantará lo que eres.

5. Salud mental y física. No es por cuestión de vejez, sino por una actitud frente a la vida. Amamos nuestro cuerpo tal y como es, pero nos preocupamos por nuestra salud. Yoga, pilates, jugos verdes o salir a correr ya no serán más actividades alejadas y solamente unidas a tener un cuerpo de modelo, sino más bien un estilo de vida saludable.

6. Sexo casual. Este ítem podríamos ponerlo también en las cosas que aprendieron las chicas de 20. El sexo casual dejó hace rato de ser un dominio de los hombres. Nosotras a veces sólo queremos una buena noche y ya. Vemos con sorpresa como hay hombres que no pueden entenderlo y siguen pensando que siempre nos vamos a enamorar.

7. Hacerle caso a la intuición. Reconozcamos que ser tercas nos ha metido en más de un problema. Tener sí o sí esa relación, comprar como sea esa camisa que sobrepasa el presupuesto de todo el mes. El corazón se vuelve más sabio con los años y probablemente escucharlo sea una de las mejores decisiones que tomamos si lo combinamos con un poco de razón e intuición.

8. Nuestro trabajo es nuestra independencia. Y no sólo nos referimos a la independencia económica sino también a la emocional. Decir basta en un empleo que no nos proporciona ganas, retos o nuevas perspectivas es algo a lo que ya no le tendrás miedo.

9. Más dispuestas a conquistar… aunque los señores no se dejen. Salimos de fiesta, hay un chico en la barra, y ‘vamos a por él’ como dirían los españoles. Puede que la intención no sea explícitamente sexual, sino más bien de charla, de pasar el tiempo. La vergüenza quedó, por fortuna, en el cajón de los 20 años.

10. Saber decir no. ¿Qué difícil es decir eso, no? En el trabajo, en la vida diaria, con tus amigas y con tu pareja. Marcar los límites de quiénes somos y hasta dónde llegamos es algo que tendremos bastante claro.

11. Tener 30 no es el fin. Para nuestro deleite, eso de tener 30 y creer que el mundo se ha acabado ya no tiene ninguna base razonable. Si antes pensábamos que las metas y los sueños terminaban a los 30 con perros, esposo e hijos, ahora no nos conformaremos. Podemos tener eso y más, pero nuestra capacidad de reinvención será infinita.

12. Las tarjetas de crédito no son tan buenas. Quizás antes tu línea de crédito estaba vinculada con la de tus padres y por eso parecía que se «pagaban solas». Pues ahora sabrás cuánto puedes realmente pagar por un abrigo divino o la librería completa a 12 meses. La tarjeta será sólo para emergencias.

13. Ahorrar. Esa será la palabra clave. A lo mejor aún no piensas en comprarte una casa para ti, pero seguro que sí te tienta conocer algún destino turístico exótico como el Sudeste Asiático o India, o quizás uno más cercano como Cuba. El ahorro será tu nuevo mejor amigo para esos merecidos gustos, porque viajar será uno de nuestros hobbies favoritos.

14. No estás tan segura de que el matrimonio sea para ti… Por lo menos no por ahora. A lo mejor son los tiempos que corren. Las infidelidades están tan presentes, las uniones no duran mucho y encontrar a un cómplice, amigo y amante cada vez se pone peor, que la idea de un matrimonio parece lejana.

15. Ideas para cambiar el mundo. La incomprensible realidad del mundo puede mover las vibras de los más insensibles. Una cierta respuesta para devolver algo de lo que la vida te ha dado podría empezar a forjarse en ti. A lo mejor no salgas mañana a vivir en un convento budista, pero empezarás a pensar en que para cambiar el mundo se debe empezar por uno mismo.

16. BONUS. Querrás y buscarás ser feliz. La felicidad quizás es el objetivo más grande que mueve al mundo.