Poco a poco acumulamos gran cantidad de ropa que parece tener vida eterna, prendas que usamos una vez o ni usamos y no desechamos y que terminamos combinando con todo lo que se nos ponga en frente. Pero existen telas, colores y texturas que definitivamente no te ayudan a lucir mejor sino que producen el efecto contrario.
Y, aunque cada vez nos arriesgamos más y, por lo tanto, los ‘errores en la moda’ se van disminuyendo, sí existen algunos detalles que no combinan o no van muy bien. Si quieres saber qué debes y no debes hacer para verte mejor, evita estos crímenes:
1. No mezcles materiales demasiado pesados, como el cuero, la pana o el paño. Esto te hace ver recargada; son materiales que deben usarse con moderación para darle un toque de elegancia al look, que es su principal fin.
2. Los mitos del blanco. Para muchos, este color es vetado para ciertas épocas del año, como el invierno. Expertos aseguran que es una regla que se rompió hace mucho tiempo. El blanco es de los más versátiles cuando de ropa se trata: es elegante, sobrio, combina con todo y resalta las facciones del rostro.
3. El pantalón de mezclilla que no desentona con nada, tiene ciertas prohibiciones. No te lo pongas con zapatos demasiados formales, es decir, aquellos que comúnmente usas con sastres. En el mercado encuentras calzado semiformal que puedes adaptar perfectamente a unos pantalones y un blazer, por ejemplo. Otra elección válida son los zapatos cerrados. Los tacones muy altos, sandalias de correas (aptos para fiestas) o de charol, no van con este tipo de pantalones.
4. No lleves pantalones de materiales sintéticos con blusas de materiales demasiado pesados o demasiado ligeros, como seda o pana.
5. Tonalidades enemigas: azul y negro. No hay ningún contraste, ni siquiera si pones de por medio las polifacéticas camisas blancas. Aunque si el tono del azul es más eléctrico, puede acompañarse perfectamente de una blusa negra, si tu falda tiene un azul brillante. El negro y el color marrón tampoco suelen ser muy amigos; hay que saber combinarlos para librarse de una combinación que puede ser aburrida.
6. La ropa apretada NO es sexy si es una o dos tallas menor a la original. Tu cuerpo no se amolda si tratas de ponerlo en un envase más pequeño al de tus dimensiones reales, menos cuando hay unos kilos extra o sobrepeso. Tampoco te pedimos que escondas tus curvas con medidas más grandes (eso te hará ver más voluptuosa). Sácale al jugo a otras zonas con potencial, como tu busto, tus caderas o glúteos.
7. Lucir sexy nunca estará de más, pero hay ciertos lugares en los que hay que evitar ‘conflicto de intereses’ y darle paso a la prudencia. Por más que tu abdomen sea firme y delgado, nunca vayas al trabajo con blusas transparentes o que dejen ver el vientre.
8. Evita a toda costa las blusas o chamarras de botones que se abren fácilmente. No es agradable a la vista y seguramente no te sentirás cómoda con una blusa que le deje ver tu brasiere a todo el que se cruza por al frente.
9. No trates de adaptar la ropa de clima caliente a clima frío ni viceversa.
10. Oro y plata sí combinan, sobre todo si “entrelazas” los accesorios con prendas de un solo color, sin estampados ni adornos, de lo contrario, parecerás una carpa de circo. Utilizar pulseras o collares finos de colores dorados y plateados mezclados entre sí, es una excelente opción. Si el calzado es de alguno de estos dos tonos, el look está completo y equilibrado.
11. Los estampados de animales (conocidos como la moda animal print) deben ir en un solo accesorio: camisa, pantalón, bufanda, bolso o zapatos; nunca en dos prendas. Es una combinación muy exigente. No todas pueden lucirlo bien,
12. No te pongas chamarras más largas que la falda. Lucirán como si fueran prestadas y es un look que pasa de descomplicada y suelta a descuidada.
13. Medias de un tono más oscuro que el de los zapatos, no van.
14. El largo de la falda puede ayudarte a verte más estilizada solo si lo usas adecuadamente. No utilices faldas tan cortas si eres muy alta, ni hagas lo contrario con las largas si eres de estatura baja.
15. No uses leggins con blusas cortas que no favorezcan tu figura. Recuerda la frase que dice: “Los niños y los leggins siempre dicen la verdad”.
16. Vestidos livianos con prendas pesadas. Aquellos de seda o telas ligeras (aptos para colocarse con botas y leggins) van perfecto con chaquetas y abrigos abiertos de lana y pana. Los de botones grandes están in.