Actualmente puedes encontrar toda una sarta de diferentes tipos de leche en el super y la mayoría de estas opciones ni son productos animales.

Aquí te ayudaremos a entender los beneficios de todos los tipos de leche que encontrarás actualmente en el super:

Leche desnatada

Este se puso de moda en los 90 cuando las dietas eran bajas en grasa. Sirve para tu plato de cereal, pero no recomendamos que lo uses para cocinar ni hornear ya que no brinda mucho sabor ni cremosidad.

Por taza: 80 calorías, 0 g grasa (0 g grasa saturada), 125 mg sodio, 12 g carbohidratos, 12 g azúcar, 12 g fibra, 8 g proteína

Leche entera

Esta leche tiene toda su grasa intacta. Aunque una taza contenga 5 g de grasa saturada, todavía puede ser parte de una dieta sana. Es ideal para cocinar y hornear. Pasteles hechos con leche entera suelen secarse menos y tienen una textura más fina.

Por taza: 150 calorías, 8 g grasa (5 g grasa sat), 106 mg sodio, 12 g carbohidratos, 12 g azúcar, 0 g fibra, 8 g proteína

Leche deslactosada

Esta es buena opción para aquellos intolerantes a la lactosa. Para conseguir esto, la lactosa de la leche es hidrolizada, o sea que es predigerida. Fuera de eso, la leche deslactosada tiene todo lo que buscas en los lácteos (como calcio entre otros nutrientes).

Si no eres intolerante a la lactosa, quizá el precio mayor no valga la pena para este producto.

Por taza: 122 calorías, 5 g grasa (3 g grasa sat), 115 mg sodio, 12 g carbohidratos, 12 g azúcar, 0 g fibra, 8 g proteína

Leche de almendra

De las opciones a base de planta más populares, la leche de almendra tiene menos calorías, grasa y proteína que la leche de vaca.

Sirve bien para cocinar y hornear, pero por ser más ligero en tanto a textura y sabor que la leche de vaca, no va a funcionar para quitarle la amargura al café.

Por taza (sin endulzar): 37 calorías, 2.5 g grasa (0 g sat), 173 sodio, 1.5 g carbohidratos, 0 g azúcar, 0 g fibra, 1.5 g proteína

Leche de avena

Conocido por su sabor y cremosidad, la leche de avena se ha vuelto más popular recientemente. Aunque tiene más calorías que otras leches a base de planta, también tiene mucha proteína y fibra.

Debido a su sabor y textura, es bueno para acompañar tu café.

Por taza (sin endulzar): 100 calorías, 7 g grasa (1 g sat), 100 mg sodio, 9 g carbohidratos, 2 g azúcar, 1 g fibra, 2 g proteína

Leche de arroz

Esta opción es popular para aquellos que quieren dejar los lácteos pero son alérgicos a las nueces o la soya.

Aunque es naturalmente dulce, tiene un sabor distinto que no sabe tanto a leche como otras de las alternativas. Al menos de que padezcas de unas de estas alergias, esta quizá no sea tu mejor opción.

Por taza (sin endulzar): 113 calorías, 2.5 g grasa (0 g sat), 94 mg sodio, 22 g carbohidratos, 13 g azúcar, 0.5 g fibra, 0.5 g proteína

Leche de soya

Es la opción más comparable con la leche de vaca. Tiene menos grasa saturada que la leche entera y no contiene calcio de manera natural, aunque sí es fortificado en ciertas presentaciones.

Si necesitas una alternativa a la leche de vaca para cocinar u hornear, esta es tu mejor opción.

Por taza: 105 calorías, 3.5 g grasa (0.5 g sat), 115 mg sodio, 12 g carbohidratos, 9 g azúcar, 0.5 g fibra, 6.5 g proteína

Leche de coco

Es alto en grasa, especialmente saturada, lo cual le da una textura muy espesa y cremosa.

Por su grasa es particularmente bueno para cocinar y hornear, pero por su sabor no es la mejor opción para usar en tu café o cereal, al menos de que realmente te encante el coco.

Por taza: 445 calorías, 48 g grasa (43 g sat), 29 mg sodio, 6 g carbohidratos, 4.5 g proteína

Publicado por Othón Vélez O’Brien.