Si alguna vez has tenido que lidiar con la irritación de una quemadura por el sol, entonces sabes que existe una gran desventaja de un bonito día asoleado.

Pero quemarte con el sol puede causar mucho más daño que una simple quemadura. Cuando tu cuerpo se sobrecalienta, la habilidad de la piel de regular la temperatura se disminuye. Cuando esto sucede, corres riesgo de sufrir un golpe de calor o cansancio extremo, ambos conyevan síntomas como nausea, mareo, sed, dolor de cabeza, deshidratación, vómito, confusión y ritmo y respiración acelerados.

Desafortunadamente, eso no es todo. Si la quemadura es lo suficiente severo, te pueden salir ampollas, se te puede pelar la piel y en estos casos podrías presentar síntomas como fiebre, escalofríos. De ser así, puede que sufras de envenenamiento de sol.

A diferencia de una quemadura común y corriente, en este caso de envenenamiento por el sol vas a tener que acudir al doctor, probablemente en sala de urgencias.

¿Qué es el envenenamiento de sol?

No es un término médico formal, pero es una manera de describir una quemadura de sol severa seguida por otros síntomas.

Estos síntomas incluyen fiebre, nausea, mareos, sentir la cabeza ligera o falta de aire.

¿Cómo se trata?

Para tratar el envenenamiento del sol se recomienda evitar más exposición al sol, beber muchos líquidos y aplicar compresas frías. También puedes tomar aspirina o ibuprofeno para aliviar el dolor y la inflamación un poco.

Un suero vía intravenosa o antibióticos pueden ser necesarios en algunos casos, dependiendo de la severidad.

Antes de que pienses que no es algo tan severo, es importante que entiendas que la respuesta del cuerpo a quemaduras no está limitada a la piel y otros órganos pueden ser impactados.

¿Cómo evitarlo?

Para disminuir el riesgo de envenenamiento de sol y quemarte con el sol de plano, recomendamos que siempre que salgas uses protector solar de mínimo 30 FPS, aplicando nuevamente cada dos horas.

Es importante que tu protector incluya zinc y titanio. También es importante recordar que esto no sólo es importante cuando hace calor ya que todavía te puedes quemar con el sol aunque haga frío o esté nublado.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.