El shampoo seco es un verdadero salvavidas. Después de todo, ¿quién no ha despertado tardísimo y con el cabello graso? Precisamente, este producto sirve para esos momentos de emergencia: elimina el aspecto graso de la raíz y reactiva el volumen típico que logramos después de lavarlo. Sin embargo, hay algunos errores que pueden perjudicar el resultado. Conoce cuáles son y aprende a evitarlos:

Equivocarse en el tipo de shampoo 

El shampoo seco tradicional tiene color claro. A pesar de su tendencia a desaparecer cuando entra en contacto con el cabello, el producto puede dejar un efecto de color blanquecino. La buena noticia es que es posible encontrar versiones específicas para cabello oscuro. No olvides revisar la etiqueta cuando lo compres.

Exagerar la dosis 

Incluso escogiendo el tono adecuado, la sobredosis de producto de también puede causar manchas antiestéticas. Aplícalo lentamente y retoca sólo después de revisar si el polvo se absorbió completamente.

No peinar el cabello

Después de aplicar el shampoo seco en tu cabello, masajea el cuero cabelludo de la misma forma que lo haces en la regadera. Al final, peinalo como de costumbre. Saltarte este paso puede hacer que el producto se acumule.

Aplicarlo en las puntas

Las puntas del cabello son, por naturaleza, más secas. Por lo tanto, aplicarles un producto en polvo con acción matificante no es una buena idea, incluso si el pelo está sucio. Mejor usa un acondicionador seco o un aceite reparador.

Repetir el proceso

¿Utilizaste el shampoo en la mañana? No repitas la dosis. A pesar de ser un salvavidas, este producto no limpia, simplemente disfraza el aspecto grasoso. ¡La acumulación de productos químicos, la contaminación y el sudor sólo desaparecen en el baño! De lo contrario, tu cabello se verá pesado ​​y opaco.