Si estás constantemente preocupada de que otra mujer se robará a tu chico o que sus “largas noches en la oficina” significan otra cosa, entonces está un poco en peligro tu relación.
La gente siente celos porque les da miedo, sienten inseguridades o se sienten amenazados de perder a alguien que quieren. Una persona con confianza y bien ajustada en una relación sana rara vez debería tener razón para sentir celos o sospechas de su pareja. En resumen, si tu relación es buena, deberías poder confiar en tu pareja.
¿No estás segura de que tienes la confianza que deberías? Aquí hay cinco señales que indican que tu relación es fuerte y libre de celos:
Ninguno de los dos se enoja cuando el otro baila o coquetea con otras personas
No tienes problema de compartirlo en la pista en una boda. De hecho, te encanta verlo cómo baila. Coquetear es un comportamiento normal y no te molesta porque sabes que ustedes sólo están interesado el uno al otro. Además, sabes que al final de la noche va a regresar contigo.
Ambos tienen amigos del sexo opuesto y no les preocupa
Puede que te lleves a un amigo del sexo opuesto al aeropuerto y tu pareja ayudará a una amiga a colgar unos cuadros en su departamento, pero no causa discusiones entre ustedes. Porque confían el uno en el otro y sabes que se puede hacerle a alguien un favor sin que implique otras cosas. Es un gesto de cariño y no una amenaza hacia ti.
Cuando la gente te dice que tu pareja es atractiva y te sientes halagada y feliz
No te pones a la defensiva cuando dicen algo sobre el físico de tu pareja. En lugar, sientes orgullo y te hace sentir feliz que estés con alguien así y no sólo seas tú quién lo nota. Además, sabes que es todo tuyo.
No te pones loca cuando dice lo guapa que está Scarlet Johanson y él sabe que te encanta Ryan Gosling, pero no les molesta
Esto es importante, toma una persona segura en una relación fuerte para oír que alguien le parece atractivo a tu pareja. Entiendes que las palabras de tu pareja no reflejan sus deseos reales y no te hace creer que te será infiel.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.