Puede que ni siquiera estés consciente de ello y creas que está todo en tu cabeza cuando en realidad tu pareja puede estar jugando con tu cabeza de manera peligrosa.
A las personas tóxicas les gusta jugar con tu cabeza y tus sentimientos para convertirte en títeres obedientes. Quieren tener control de la relación y de ti al quitarte todas las decisiones y el derecho de decir cualquier cosa que vaya en contra de sus planes.
Esto es algo que tienes que darte cuenta y ponerle un alto antes de que te haga mucho daño. Aquí hay unas formas que puedes reconocer estos juegos para que no caigas en ellos:
El juego de la culpa
Te echa la culpa de todo lo que sale mal. Al echarte la culpa, esta persona de cierto modo alimenta su ego porque se quita la atención de encima para sentirse bien haciéndote sentir mal. No es responsable por sus errores, así que te obliga a aceptar la culpa para protegerse. Esto te termina agotando y simplemente le sigues el juego después de un rato porque te das cuenta que hagas lo que hagas, nada cambia.
El juego de la locura
Esto es cuando una persona emocionalmente abusiva manipula las situaciones de manera repetida para hacer que la víctima desconfie en sus propios recuerdos o percepciones. Esto es cuando te dicen algo y dos segundos después te dicen que no es cierto, que nunca te dijeron eso en la vida. Y lo hacen de manera consistente hasta que empiezas a dudar de que si las cosas que crees que pasaron son realidad. Esto lo hacen con la finalidad de que sólo confíes en esta persona y no en ti misma.
El juego de la vícitma
De algún modo u otro, todo siempre tratará sobre él. Cuando quiere algo de ti, aunque no sea razonable, te tratará de hacer sentir culpa por no darle lo que te pide. Te chantajeará emocionalmente para que te resignes y hagas lo que te pide. Lo triste es que abusa de los sentimientos que sientes por él para lograr esto y te hace sentir lástima por él. Con tal de conseguir lo que quiere, puede llegar a los niveles más bajos.
El juego de voltearte las cosas
Cuando se pelean, siempre sabe cómo volverte a ti en la persona que está equivocada. En un momento están discutiendo algo y unos minutos después estás tú a la defensiva y ya ni siquiera están hablando de lo mismo. Ahora están hablando de algún momento en donde tú te equivocaste hace un año. Y te das cuenta que se ha aferrado a esta ocasión justo para salirse con la suya cuando él cometió algún error.
El juego de la montaña rusa emocional
Cambia su comportamiento en minutos sin razón. Esto es algo que hace, un día es la mejor pareja que podrías tener en el mundo y el siguiente te arrepientes de haberlo conocido desde un inicio. Esto te hace dudar si el problema eres tú o él. Pero por lo general siempre los buenos momentos son una manipulación para sacarte algo que quiera más adelante.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.