Cómo hemos visto recientemente, las relaciones abiertas se han estado volviendo cada vez más comunes. Quizá opinas que la monogamia no es natural y que el amor debería multiplicarse en lugar de dividirse o simplemente sientes que tienes tanto amor que no puedes compartirlo con una sola persona.

Pero claro, compartir el amor puede ser otra cosa totalmente diferente. Pero si puedes superar los celos y permitir que tu pareja salga con otras personas, igual que tú, quizá una relación abierta pueda ser para ti.

Aquí hay unos pasos a seguir primero si decides emprender en este camino:

Discute y averigua qué significa “abierto” para los dos

Es un término relativamente subjetivo y su significado puede variar mucho de persona a persona. Las relaciones abiertas son una clase de relación no-monógama donde existe una pareja principal que puede divertirse con otras personas.

Swinging es otra clase de relación abierta donde dos pares de personas intercambian sus parejas. El poliamor es distinto en el sentido que se invitan a más personas a la relación y no existe un par principal, todo es equitativo.

Así que cómo verás, hay que establecer qué clase de relación abierta tendrán tú y tu pareja.

Decidan si están bien con compartirse con otras personas

Debes ser sincero contigo mismo y preguntarte si realmente no te molesta compartir tu pareja con otras personas. Si sí, ¿hasta qué punto? Si de por sí eres una persona celosa, quizá esto te cueste más trabajo.

Establezcan unas reglas básicas

Decidir qué clase de relación abierta tendrán es sólo parte del trabajo. Cada relación de este tipo necesita sus propias reglas, las cuales deberían de acordarse entre ambos. Para algunos esto puede significar que son libres de hacer lo que quieran, pero que no se discutan las actividades de cada quien. Otros quieren saberlo todo y en otras ocasiones no está permitido que pase algo sin que estén ambos presentes.

También es buena idea establecer si está bien crear un vínculo emocional con otras personas o si sólo el sexo está permitido. En realidad no existen reglas que estén mal con tal de que ambos estén de acuerdo.

Haz cambios conforme progresen

Como con cualquier otro tipo de relación, existen cambios con el tiempo. Al introducir a otras personas a tu relación, estás invitando incertidumbres. Así que las cosas no necesariamente saldrán como las planeaste al principio. Quizá uno de los dos empiece a desarrollar sentimientos por otras personas o puede que todo te incomode un poco más de lo que esperabas al inicio.

Es nuevo territorio, así que es necesario que tengas la capacidad de adaptarte a ti mismo y las reglas conforme la relación progresa y ves que hay que hacer ciertos cambios a las reglas. Lo más importante es siempre mantener el contacto abierto con tu pareja para evitar fricciones por cualquier cosa.

Entiende que la relación podría cambiar

 Como con cualquier cosa, existen pros y contras de estar en tanto una relación monógama como una no-monógama. Si eres incapaz de compartir, negociar y renegociar conforme las cosas progresan, tu relación podrá fracasar (pero esto aplica también en una relación monógama).

Mucha gente considera que la relación abierta puede revivir su vida sexual, aprenden nuevas técnicas o ideas que no se les hubiera ocurrido de mantenerse monógamos. Más allá de eso, puede que aprendas nuevas técnicas emocionales y maneras de comunicarte con la gente y tu pareja, expandiendo tu personalidad. La situación te obliga a tener un papel activo en todas tus relaciones, esencialmente volviéndote una mejor pareja.

Es muy importante que conozcas bien tu propia naturaleza sexual además de conocerte a ti mismo.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.