Los expertos aseguran que desde tiempos prehistóricos, el ser humano se beneficiaba de la potencia energética del café. Oficialmente, sus bayas rojas dulces fueron descubiertas en el siglo XV, cuando un pastor etíope notó que sus cabras estaban bastante despiertas después de comerlas.

Desde entonces, el café se ha convertido en una parte importante de nuestra rutina y, frecuentemente se utiliza como una fuente extra de energía: la ciencia ya ha demostrado su capacidad para aumentar la atención, la concentración y la memoria.

Conoce algunas curiosidades y aprender cómo obtener aún más beneficios de este poderoso aliado:

1. Una gran taza de café, 240 ml, contiene entre 95 y 200 mg de cafeína. La concentración excede las bebidas energéticas – una lata de refresco con 250 ml generalmente no contiene más de 80 mg de cafeína.

2. El esspreso parece ser más fuerte, pero la concentración de cafeína en la versión americana es mucho mayor. Esto es porque el agua está en contacto con el polvo durante mucho más tiempo y termina extrayendo más cantidad de la sustancia.

3. El café actúa rápido: algunos estudios sugieren que los efectos comienzan a sólo diez minutos después de la ingestión.

4. Su efecto no es tan prolongado. Una taza normal puede despertar a un adulto cerca de tres horas solamente. Así que no hay ningún punto de tomar una dosis más grande con la esperanza de permanecer despierto más tiempo.

5. El contenido de cafeína varía según la marca de café. Y sus efectos también cambian de persona a persona. La única manera de encontrar la combinación perfecta es haciendo la prueba.