El rímel o máscara de pestañas es uno de los cosméticos imprescindibles para la mayoría de las mujeres, pues ayuda a quienes no pueden dejar de maquillarse como a quienes sólo buscan un toque discreto.

Sin embargo, hay muchas personas que no no saben usarlo correctamente. Por ello queremos compartir contigo esta lista de errores comunes y la solución a todos ellos:

1. Siempre empiezas por las pestañas superiores

Para evitar que queden pequeños puntos de rímel bajo el ojo, lo mejor es comenzar con las pestañas inferiores, pues, de lo contrario las pestañas superiores mancharán tu rostro cuando mires hacia abajo.

Cuando apliques el producto en tus pestañas superiores, debes mirar hacia delante y colocar el cepillo en la base de las pestañas. Luego, haz pequeños movimientos zigzagueantes mientras lo mueves hacia arriba.

Esto ayudará a dar a tus pestañas un efecto encrespado. Sigue repitiendo hasta que consigas que tus pestañas estén tan gruesas como quieres, por lo general dos o tres capas. Cuando se trata de las pestañas inferiores, inclina la cabeza ligeramente hacia adelante para evitar que el rimel quede en la mejilla. También puede utilizar una tarjeta o pequeño pedazo de papel para evitar mancharte.

2. Agitas demasiado el cepillo

No agites demasiado el cepillo dentro y fuera del envase. Esto empuja el aire dentro del tubo, lo que hará que la máscara se seque más rápido, haciendo que se formen grumos y se seque. En su lugar, gira suavemente la varita al meterla y sacarla con movimientos circulares para recoger la cantidad deseada de producto.

3. Usas un rímel que compraste hace mucho tiempo

Si quieres evitar infecciones, debes cambiar regularmente los productos de maquillaje que están en contacto con los ojos. En el caso de la máscara de pestaña, se recomienda usar una nueva cada 6 meses y tirarla cuando se vuelva grumosa. Y es que los productos de belleza suelen acumular bacterias y microorganismos con el tiempo, así que es mejor prevenir.

4. Aplicas la misma cantidad de rímel en todas las pestañas

Si tus ojos son más separados que lo habitual, es mejor poner más capas en la parte interna de los ojos. Por el contrario, si tus ojos están muy juntos, puedes centrarte en los bordes exteriores.

5. Le temes a los rizadores

Los rizadores de pestañas ayudan a que tus ojos se vean más grandes. De hecho, antes de aplicar el rímel es ideal rizar las pestañas para que el ojo se vea más abierto.

No le temas a esta herramienta, sólo procura usarla bien. Para comenzar pon el rizador en la raíz de las pestañas, teniendo cuidado de no pellizcar la piel. Pulsalo y mantenlo durante unos 10 segundos, y luego muévelo suavemente hasta el final de tus pestañas y repite.

6. No sabes desmaquillar tus pestañas

Quitar el maquillaje es muy importante, pero la máscara puede ser algo difícil de sacar. Para deshacerte de todo rastro de rímel, utiliza un producto hecho especialmente para eliminar maquillaje de ojos, y procura que sea indicado para máscara resistente al agua.