El sexo casual tiene muy mala reputación. Puede decepcionarte mucho o llevarte a la recámara de gente con quien normalmente no quisieras ni compartir el elevador. Pero también puede disminuir el estrés y subir el auto-estima. ¿Así que cuándo sabes cuando una noche de diversión va a darte placer o simplemente dejarte con la cara roja todo el día siguiente? Según los expertos, depende de tu personalidad.

Aquí hay 7 situaciones en las que el sexo casual es una buena idea:

1. Te esta costando mucho trabajo superar a tu ex

La mejor forma de superar a una persona es teniendo a otra persona encima de ti, o abajo o de lado, no importa cómo. Pero viendo cómo son las cosas con otra gente te puede ayudar a olvidar a esa persona

2. Conoces a alguien muy atractivo mientras estas de viaje

Crear recuerdos es la clave de la vida. ¿Quién necesita ceniceros o playeras para conmemorar un viaje si puedes tener unos excelentes y candentes recuerdos?

3. Estas pasando una época de sequía

Estas malas rachas son como la arena movediza, mientras más tiempo pasas en él, más difícil es salirse. No dejes que pase mucho tiempo con la mala racha y el segundo que consigas la oportunidad aprovechala.

4. No puedes dejar de juntarte con ese patán

Quizá ya estés teniendo sexo casual con alguien, pero no se siente tan casual debido a las noches sin sueño y toda la ansiedad que este tipo te ha causado. Recuerda que siempre hay muchas opciones para tener sexo casual y olvídate de ese idiota.

5. Te encuentras a una persona increíblemente atractiva con la personalidad de un tronco

Si la idea de tener una conversación con esta persona ya te esta causando sueño, deja de pensar que es material de pareja. En lugar, disfruta de este espécimen como se presta la situación.

6. Quieres que alguien más sepa lo bien que quedó tu depilación

Ya sea que te rasuraste las piernas y otras partes de tu cuerpo o tienes un nuevo juego de lencería y sólo quieres poder presumirlos, es divertido aprovechar estos momentos con alguien que quieras conocer más íntimamente.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.