Mientras que existen mentiras que lastiman a una relación, hay otras mentiras que no son tan malas. Hay momentos y situaciones específicas dentro de cualquier relación donde mentir un poco es aceptable o incluso lo correcto.
No quieres lastimar a tu pareja por algo que no importa
Una mentira piadosa en las relaciones es perfectamente aceptable. Las usamos para evitar herir los sentimientos de alguien. Está bien decir esta clase de mentira con tu pareja si se trata de algo que realmente no importa.
Por ejemplo, si te hace de cenar y no le quedó bien, puedes decir que te gustó aunque no sea cierto. Por otro lado, no está bien mentir cuando es algo importante como si te muestra su CV antes de ir a una entrevista de trabajo y te parece que no está bien, es mejor que le digas la verdad en estos casos.
Cuando guardas secretos para otras personas que no le afectan
Estar en una relación no significa que no puedes guardar secretos. Con tal de que no afecte a tu pareja ni tu relación, está bien guardarte los secretos de otras personas y no contarselas a tu pareja.
Cuando te regalan algo que no te gustó
Realmente es la intención lo que cuenta con los regalos. Así que si tu pareja te regala algo que no te encanta, no hay nada de malo en fingir que te encantó.
Te ahorrarás lastimar a tu pareja y parecer una persona malagradecida.
Si es para subirle el autoestima
Es normal que las parejas se mientan un poco para subir el autoestima del otro. Algo como decirle que es la mejor persona con la que te has acostado o decirle que se ve increíble en un día donde no lo creas tanto es perfectamente aceptable.
De nuevo, está bien con tal de que no sea algo importante.
Cuando quieres evitar argumentos innecesarios
Otra vez, la palabra clave aquí es innecesarios. Hay discusiones incómodas que tienes que tener con tu pareja para tener una relación sana, pero luego hay otras que te puedes ahorrar y mentir para lograrlo se vale dependiendo de las circunstancias.
Estás manteniendo algo de privacidad
Estar en una relación no significa que pierdes el derecho a tu privacidad. Quizá haya muchas cosas que quieras compartir con tu pareja, pero no tienes que contarle cada pequeño detalle de todo.
Está bien guardarte algunas cosas para mantener un poco de privacidad, quizá no quieras platicarle de ciertas amistades, hábitos tuyos u otra cosa que no le concierne en realidad.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.