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1. Estás muy cómodo

Quizá todo te esté saliendo bien, pero estás aburrido. El momento que ya no sientas un reto y que estés superando tus límites profesionales, deberías de empezar a pensar en otras cosas. No hay duda que de lo contrario, en unos años vas a estar enojado porque te sientes devaluado

2. Trabajas más que nadie

Si siempre eres el último en la oficina, esta es señal de que no encajas ahí. Esto podría significar que no sabes hacer bien tu trabajo o que se están aprovechando de ti. También puede ser que esté mal configurado el trabajo y estés llevando a cabo la carga que debería ser para dos personas. Todo esto es una oportunidad para un dialogo.

3. Eres quien arregla todo en la oficina

No quieres ser la persona con la cual todos acuden para hacer cosas que nadie más quiere hacer. Haces todo pensando que te sacará más adelantes esto, pero con frecuencia es lo contrario. Son aquellos que dicen “no puedo ayudar con eso ahora, tengo muchas otras cosas pendientes ahorita” que consiguen respeto. Si estableces límites claros, no tendrías que dejar tu trabajo necesariamente.

4. Te sientes como uno del montón

Quieres sentirte relajado en el trabajo, pero no puedes si sientes que estás en un lugar no auténtico. Existen tantos tipos de ambiente de trabajo que puedes encontrar un lugar donde tus valores y tu empresa se alinean. Por ejemplo, odias ser abogado para una empresa petrolera, pero quizá disfrutes trabajar de abogado para un grupo ambientalista en vez.

5. Te quedas ahí para demostrar algo

Si te encuentras en un trabajo por cinco o seis años, te encuentras queriendo esperar a ver si te ascienden de puesto aún cuando por los últimos tres años nadie te ha hecho caso. No todo tiene que ser un maratón, con tal de que te estas moviendo y estas creciendo, estas haciendo lo correcto.

6. Tienes un presentimiento

Nos han enseñado que nuestros presentimientos no son un recurso válido en el trabajo, pero uno debe valorar su intuición y hacerle caso. La gente exitosa circula entre la lógica y la intuición. Llevan a cabo mucho análisis, tomando pequeñas acciones modestas que les brinda información. Pero si buscas las respuestas puramente en los datos, podrías nunca sentir suficiente confianza para dejar todo. Debes confiar en tu instinto.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.