Con una exposición en el actual memorial y antiguo campo de concentración nazi para mujeres de Ravenstrück y una ofrenda de coronas en el de Sachsenhausen, Alemania celebró hoy el 68 aniversario de la liberación de los dos campos del horror del régimen de Adolf Hitler.
Bajo el título “El campo de concentración de mujeres de Ravensbrück: Historia y recuerdo”, la exposición que es inaugurada este domingo en este antiguo campo nazi, situado 90 kilómetros al norte de Berlín, hace un recorrido por la historia de Ravensbrück como escenario de horror, pero también de su historia posterior en todas sus facetas.
Después de tres años de preparación y una inversión de 2.37 millones de dólares los organizadores presentaron la muestra, que pretende documentar y profundizar en el sufrimiento de las mujeres durante el régimen nazi y cómo vivieron ellas aquella época.
“El memorial dispone hoy en día de más fuentes que nunca”, contó la directora Insa Eschebach. “Además las voces de los vivos están también presentes en la exposición”, que muestra más de mil 500 objetos.
Mujeres de toda Europa reunieron recuerdos y objetos, fotos y escritos reunidos por asociaciones de presos de la antigua República Democrática Alemana. La muestra es muy variada y contiene desde colillas de cigarrillos hasta figuras de ajedrez, desde pañuelos hasta tazas de té.
Algunos objetos cargados de un significado especial, como un lápiz de labios con el emblema de la Torre Eiffel. “Un lujo prohibido”, cuenta Eschebach. Un tesoro que recordaba los días de esplendor pasados pero que también se convirtió en un objeto de supervivencia en el campo.
“El maquillaje era un maquillaje de vida y muerte”, cuenta la directora del museo, pues se utilizaba para poner en las mejillas y dar apariencia de buena salud. “Queremos hacer hablar a estos objetos”.
Un equipo de tres personas llevan trabajando en la muestra desde julio de 2009, apoyada por unas 30 científicas de toda Europa. Ahora puede verse el resultado en una superficie de 900 metros cuadrados.
Los actos conmemorativos comenzaron en la noche del sábado en la localidad alemana, con una obra de teatro de niños polacos o un proyecto llegado de Austria, mientras de Francia llegó una exposición sobre emigración.
La presidenta del Comité Internacional de Ravensbrück, Annette Chalut, inauguró una placa en recuerdo de las víctimas.
La inauguración de la muestra contó con la presencia de 500 invitados ilustres de la vida política alemana, supervivientes y descendientes de la segunda y tercera generación.
El de Ravensbrück fue el mayor campo de concentración para mujeres instaurado por los nazis en territorio alemán. Durante la Segunda Guerra Mundial, entre 1939 y 1945, ingresaron como prisioneros alrededor de 132 mil mujeres y niños, pero también 20 mil hombres y mil chicas adolescentes procedentes de más de 40 países.
Se calcula que al menos 92 mil personas murieron en este campamento, asesinados, de hambre, enfermedades, o a causa de experimentos médicos como la esterilización. A finales de 1944, las SS (Escuadras de Protección) instalaron una cámara de gas, donde murieron asfixiados entre cinco mil y seis mil prisioneros.
Además, este domingo también fue conmemorado el aniversario de la liberación del campo nazi de Sachsenhausen, cercano a Berlín, con una ofrenda de coronas de flores.
El campo de Sachsenhausen, en el estado de Brandeburgo, fue construido en 1936 y destinado a opositores políticos, judíos, gitanos, homosexuales y después también prisioneros de guerra y testigos de Jehová. Se calcula que unos 30 mil prisioneros murieron entre sus paredes.
Después de la Segunda Guerra Mundial y la ocupación soviética, entre 1945 y 1950, fue también un campo de reclusión de los servicios secretos rusos, donde fueron encerrados presos políticos y antiguos funcionarios del Tercer Reich, volviendo a ser escenario de numerosas muertes.
Berlín, 21 Abr (Notimex).