Helen Fisher es una bióloga, antropóloga y estudiosa del comportamiento humano que tras varios años ha concluido que el amor no es una emoción sino un sistema cerebral relacionado con el apareamiento y la reproducción. Entre sus investigaciones nos ha develado algunas ideas sobre por qué las personas son infieles:
1. La monogamía es solo una estrategia de reproducción humana. Estudios realizados en Estados Unidos han mostrado que casi el 40% de los hombres han sido infieles, mientras el 25% de las mujeres lo han sido.
2. La arquitectura cerebral puede contribuir a la infidelidad: existe un impulso sexual que nos lleva a buscar apareamiento con otras personas. El amor romántico surgió para enfocarnos entre todas las personas en una sola para conservar la energía reproductiva. Y el apego surge para tener un hijo y permanecer juntos durante la infancia. Según palabras de Fisher: “Esta arquitectura cerebral hace que sea biológicamente posible expresar sentimientos profundos de unión por una pareja, mientras que uno siente amor romántico intenso hacia otra persona, mientras que uno siente el impulso sexual hacia otros”.
3. La infidelidad es una realidad en casi todas las culturas: el estudio de las relaciones en todas las sociedades ha permitido descubrir que la infidelidad es un comportamiento presente en todas, desde los romanos y griegos, la era industrial, los indígenas de las selvas de Brasil y las sociedades tribales de Tanzania.
4. Existen diferentes tipos de infidelidad: que van desde el intercambio netamente sexual, las relaciones más románticas y las infidelidades que mezclan estos dos aspectos.
5. Las características económicas, emocionales, psicológicas y culturales influyen en la frecuencia y expresión de la infidelidad.
6. La infidelidad no está necesariamente basada en una relación infeliz: un estudio en el que se preguntó a hombres y mujeres infieles que calificaran la felicidad en su relación, el 56% de ellos y el 34% de ellas aseguró que estaban con una pareja que los hacía felices o muy felices. Lo que permite pensar que la genética tiene que ver en este comportamiento.
7. Aunque la ciencia revele estos datos, también se ha comprobado que existen parejas que terminan su vida juntos basados en la fidelidad. Tomar una decisión y orientar su vida bajo estos parámetros hace que se pueda compartir la vida siempre con la misma pareja.