Las vaginas disfrutan y necesitan de tu atención, así que saber cómo mantener contenta a la tuya es algo muy importante.
La mayoría de nosotras sabe que las vaginas son una especie de hornos autolimpiadores, fuentes de placer y a veces un portal para la vida. Por eso, te compartimos los 8 consejos de Pamela Madsen, coach de sexualidad, para un buen mantenimiento vaginal:
1. Seguro que ya sabes que los condones son el recurso número uno para el sexo seguro. Es la mejor forma de protección contra las ETS y el embarazo no deseado. Pero, ¿sabías que los condones también pueden ayudar a mantener un nivel saludable de pH vaginal, de manera que las bacterias buenas, como los lactobacilos, puedan prosperar ahí abajo? Sí, lo sé. Pensar en las bacterias buenas y bacterias malas para tu vagina no parece lo más sexy del mundo. Pero tampoco lo son la candidiasis y la vaginosis bacteriana. ¡Queremos proteger a las buenas bacterias y los condones pueden ayudarnos en eso!
2. Hazle a tu vulva un buen facial. Ten a mano una botella o un tarro con aceite de coco (orgánico) en el baño. Después de orinar y limpiarte, pon un poco de aceite en tus dedos y masajea tus labios interiores y el área alrededor de la apertura de tu vagina. Esto ayudará a mantener la piel de tus labios interiores y la de la apertura de tu vagina suave y blanda. Haz esto cada vez que uses el baño en casa.
3. Compra un huevo de jade o unas bolas de Kegel. No todas las mujeres tienen pareja, e incluso para aquellas que sí, tal vez no estén manteniendo suficientes relaciones como para proteger su salud vaginal. Al llevar un huevo de jade o jugar con las bolas de Kegel, estamos tomando las riendas de la salud de nuestras propias vaginas. El uso del huevo o las bolas pueden ayudar también a mantener tu capacidad de generar lubricación. Las bolas ejercitan, literalmente, las músculos de las paredes vaginales al moverse en su interior. Muchas propietarias de vaginas afirman que ni siquiera notan que estén llevando el huevo o las bolas. Sólo ten cuidado cuando vayas al baño, ¡podrían caerse! Un gran avance en el uso de las bolas sería dormir con ellas dentro de ti. Puedes llevar el huevo o las bolas todo el día. Experimenta con ellos.
4. ¡Usa lubricantes! El lubricante es tu amigo, en serio. No dejes que tu amante use saliva para crear un ambiente más húmedo en tu vagina (sí, algunas parejas intentan salirse con la suya de esta forma). El sexo no tiene por qué ser doloroso y si usas montones de lubricante puedes hacer a tu vagina muy feliz. Usa lubricante cuando coloques las bolas de Kegel dentro de ti o cuando utilices el huevo de jade. Usa lubricante con los juguetes sexuales. ¡Úsalo siempre!
5. ¡Quítate las bragas! Lo que oyes. Ve con el alma al aire y deja que tu vagina respire. ¿Te has atrevido alguna vez a ir a dar un paseo con falda y sin ropa interior? ¡Es algo fantástico! Y lo es porque tu vagina necesita airearse. Es posible que tu vientre prefiera la licra, pero a tu vagina o le das algodón o no le des nada en absoluto. Ahora bien, con esto no quiero decir que tengas que usar las mismas prendas íntimas que tu abuelita. Simplemente, busca ropa interior que incluya una fina franja de algodón en la entrepierna. Eso sí, en cuanto llegues a casa: ¡bragas fuera!
6. ¡No uses jabones perfumados! Tu vagina es una flor sensible. Los jabones perfumados resecarán e irritarán tus labios (tanto los interiores como los exteriores, así como la entrada a tu vagina). Tu vagina es una chica natural. A ella lo que le gustan son los productos sin olor y el agua limpia y calentita. Tu vagina se limpia ella misma, así que por favor, mantente a distancia de productos de higiene intravaginal. Pueden exponerte a riesgos de infecciones, enfermedad inflamatoria pélvica y ETS.
7. ¡Dale placer! La masturbación fortalece y empodera a la mujer que lo practica, porque una vez que sabes cómo desencadenar tu propio orgasmo, ya no necesitas que tu amante lo haga por ti. Tómate tu tiempo para conocer tu anatomía erótica. Cuando una mujer se encuentra conectada con su propia vagina, está conectada a una extraordinaria variedad de energía vital de fuerza creativa.
8. Si te sientes de alguna forma desconectada de tu propia vagina –una sensación de entumecimiento o una falta de deseo– quizás sea hora de consultar a un profesional. Ya que pedimos la opinión de nutricionistas y de expertos en ejercicio, ¿por qué no consultar también a un asesor sexual? A veces, llega la hora de preparar a nuestras vaginas para una puesta a punto. Se trata sólo de un mantenimiento saludable.