Ser soltera es increíble, nunca tienes compartir tu comida, puedes besuquearte con quien quieras y puedes mudarte a donde sea sin tener que consultarlo con alguien primero. Pero desafortunadamente, como con todo lo bueno en la vida, también tiene sus desventajas, una de ellas siendo que siempre terminas siendo el mal tercio.

Aunque puede que te guste pasar tiempo con el novio de tu mejor amiga tanto como ella, aquí hay unas situaciones con las que probablemente te sentirás identificada:

1. Terminas diciéndole a tu amiga como él le dice

Nunca sabes si “osito” es alguna referencia sexual entre ellos. O probablemente son más tradicionales y le terminas diciendo “amor.”

2. Te toca presenciar incómodamente todas sus peleas

Tus amigos se han acostumbrado tanto por tu presencia que ni se dan cuenta que es inapropiado tener una pelea fuerte enfrente de ti.

3. Prácticamente te vuelves parte de su juego previo

Pareciera que se les olvida que estás ahí y empiezan a hacer más que sólo besarse frente a ti. No estás segura si te están invitando, te quieren impresionar o si están intentando correrte. Probablemente nunca lo sepas.

4. Comienzas a sentirte como su hija

Siempre que salen los tres juntos, terminas sentada atrás en el coche. Siempre te invitan a cenar y pagan por tus bebidas. Quizá no sea tan malo esto.

5. Siempre te están emparejando con gente

“¿Recuerdas a nuestro amigo Daniel de la universidad? Seguro harían buena pareja, ¿no lo crees amor?”

6. Siempre terminas caminando atrás de ellos

No hay problema, simplemente irás detrás de ellos como si fueras su guardaespalda o alguna stalker loca.

7. Siempre intentas explicarle a los meseros que vas a pagar una tercera parte de la cuenta

Sip, ellos están juntos y tú estás sola, nadie más dividirá el precio contigo ni pagará por ti.

8. Aveces te ponen un poco celosa

No quieres guardarles ningún rencor ni nada, pero aveces no puedes evitar querer lo que ellos tienen juntos.

9. Sientes muchísima presión por encontrarte a alguien

Siempre te dicen “sólo queremos que seas tan feliz como nosotros.” Después de estas charlas regresas a casa recordando lo feliz que eres viendo Netflix en el sillón por horas sin pantalones y nadie quien te juzgue.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.