Los chefs Ming Tsai y Michael Symon tienen una lista de compras que es rica en sabor y de bajo precio.
Consejos de Ming Tsai, dueño de un restaurante y presentador del programa culinario Simply Ming:
1. Cuando hagas caldo de pollo pídele al carnicero que te venda espinazos. Son muy baratos y te dan todo el sabor que necesitas. No hay necesidad de malgastar dinero en piezas más caras.
2. Adquiere una olla de cocción lenta para cocinar la carne de res. Son bastante confiables. Y ya que estofarás durante un período prolongado de tiempo, puedes utilizar los cortes de carne más baratos y siempre quedarán deliciosos.
3. Aprende a saltear. Esto lo puedes hacer en un wok o una sartén grande. Es una forma excelente de usar los sobrantes del refrigerador. Un poquito de aceite, algunas hierbas aromáticas y el resto queda de tu parte. ¿Carnes crudas o cocidas? ¿Vegetales? ¿Comidas sobrantes del restaurante? Todo sirve.
4. Aprovecha las ofertas en alimentos frescos, especialmente la carne, el pollo y el cerdo y luego congélalos. Saca toda la comida de sus empaques, envuélvela en papel plástico, colócala en una bolsa de congelación y escribe la fecha en ella. La comida congelada puede durar unos dos meses.
5. Ahorra con la comida casera. Por ejemplo, haz un caldo a fuego lento con agua, verduras y huesos de pollo. Tres galones de caldo de pollo hecho en casa te cuestan lo mismo que un paquete de 36 onzas.
6. Congela tus hierbas. Al final de la temporada de cultivo cuando te sobre mucha albahaca, perejil y otras hierbas, mézclalas en un procesador de alimentos con un poco de aceite de oliva extra virgen, ponlas en bandejas de cubitos de hielo y congélalas. Usa las hierbas más adelante en salsas.
7. Limita las porciones de carne. Dividir tu plato en tres porciones iguales de carne, vegetales y granos será mejor para ti y te costará mucho menos.
8. Sé amable con las personas que trabajan detrás de los mostradores en los supermercados y puestos de verduras de las granjas. Te pueden decir las mejores ofertas del día.
9. Cuidado con precios que parezcan sospechosamente bajos. Por ejemplo, si la mayoría de la carne para hamburguesa se vende por $60 el kilo, no te confíes de la oferta de 30 pesos. Lo más probable es que no esté buena y malgastes tu dinero.
10. Compra granos como la quínoa y el arroz integral, que no solo son más saludables y apetitosos sino que además te ahorran dinero. Solo compara el precio de una bolsa de arroz de un kilo con un kilo de carne.
11. Compra productos agrícolas de la estación. Podemos comprar tomates en diciembre. Pero no son tan buenos y cuestan cuatro veces más. Busca los mercados agrícolas locales que venden frutas y verduras cultivadas localmente y compra lo más que puedas durante el pico de la temporada. Limpia los chícharos, por ejemplo, y congélalos para más adelante.
12. Rompe con la costumbre de comprar las populares carnes de primera calidad. En lugar de comprar pechugas de pollo deshuesadas y sin piel, compra muslos de pollo que tienen más sabor y cuestan un cuarto del precio. O compra una deliciosa falda que cuesta una fracción de lo que cuesta un filete de primera. Las carnes de alto precio tienden a tener poca o nada de grasa, pero la grasa les da sabor.
13. ¿Gastas mucho en especias que no utilizas demasiado? Siempre que puedas, compra pequeños botes de especias en semilla en lugar de en polvo. Tuesta las semillas cuando necesites y muélelas en un molinillo. Tienen mucho sabor y son más baratas.
Fuente: AARP