¿Quién no se ha comido una de esas sopas instantáneas que sólo le echas agua caliente, esperas un poco y ya quedó? Siempre son prácticas para las prisas o la flojera de preparar un almuerzo de verdad.
Lamentablemente, este hábito puede tener unas severas consecuencias en tu bienestar.
Según un nuevo estudio, el consumo de fideos instantáneos puede elevar el riesgo de una condición llamada síndrome cardiometabólico, el cual puede llevar a enfermedades cardiacas, diabetes o derrames.
Ya que las poblaciones asiáticas consumen mucho fideo instantáneo, la Universidad Baylor investigó la información dietética de una encuesta de bienestar y nutrición en Corea del 2007 al 2009. Identificaron a dos patrones alimenticios principales: el patrón dietético tradicional (TP) que es alto en arroz, pescado, vegetales, fruta y papas. Luego esta el patrón de comida rápida y carne (MP) que consiste en mucha carne, refresco, comida frita y comida conveniente como los fideos instantáneos.
No es sorpresa el MP fue asociado con mayores tasas de obesidad y malos niveles de colesterol. Mientras que el TP fue asociado con mejor presión sanguínea y un menor riesgo de obesidad, pero ninguno de los patrones indica un vínculo claro a el riesgo de desarrollar el síndrome cardiometabólico.
Sin embargo, cuando los investigadores examinaron las cifras para el consumo de fideos instantáneos en particular, descubrieron que consumir esto al menos dos veces por semana es asociado a una incidencia de el síndrome metabólico del 68% mayor en mujeres aún después de ajustar factores como el consumo de sodio, uso de estrógeno y circunferencia de la cintura.
Consumir estos fideos una vez a la semana fue asociado con un predominio del 26% de la condición. Esta relación no existe en los hombres.
Los investigadores creen que el incremento del riesgo es resultado de los altos niveles de calorías, carbohidratos refinados, grasas saturadas y sodio que se encuentran en los fideos instantáneos. Las mujeres son más suceptibles a estos efectos por las hormonas que las afectan desproporcionadamente y por diferencias metabólicas.
El estudio tiene unas limitaciones, sin embargo. Por ejemplo, los números de la encuesta no tomaron en cuenta el tamaño de la porción, sólo el número de veces que se consume dado alimento.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.