Las anomalías genéticas de algunos animales les llevan a convertirse en toda una sensación, como es el caso del ya desaparecido Giant George, el que fue el perro más grande del mundo; Venus, el gato de dos caras o Jonathan, la tortuga más vieja del mundo.
Ahora descubrimos a Tyson, el perro más pequeño del mundo. Su cabeza es más pequeña que una pelota de golf y su dueña lo tiene que transportar en una jaula de hámster.
11 centímetros de alto y un peso de 300 gramos: este es Tyson.
Tan adorable como pequeño, el perrito se ha hecho muy popular en su país, Gran Bretaña, donde su dueña ha concedido varias entrevistas relatando su relación con Tyson. “Puedo llevarlo en la palma de mi mano. Cuando nació, le tuve que apartar de sus hermanos y alimentarlo yo misma con un goteador porque con su tamaño era imposible que se valiera por sí solo” cuenta la dueña.