México ha recibido su primera oferta de parte de un consorcio para establecer una red de telefonía móvil pública por $10 mil millones de dólares para contrarrestar el monopolio de Carlos Slim con América Móvil.
Productores de equipos de telecomunicación, Alcatel-Lucent y Ericsson, ayudaron a el consorcio para desarrollar su propuesta con el gobierno. Si esto es aprobado, estas empresas podrían ser los proveedores principales de antenas móviles y otros equipos además de que administrarían la red, aunque aún no han firmado nada legal.
La entrega de la primera oferta es un gran paso para el esfuerzo de México de meter competencia en el mercado donde América Móvil tiene 70% de las suscripciones de telefonía móvil y 60% de líneas fijas.
Si tiene éxito, la red pública ayudaría a Telefónica que se encuentra en el segundo puesto del mercado, junto con Iusacel (tercer lugar) para competir con Slim al darles mejor cobertura sin tener que construir la infraestructura de la red.
Este proyecto podría atraer a nuevos competidores que ofrecen sus servicios en redes de los cuales no son dueños.
Esta red también pondrá a prueba la tendencia de la industria de compartir la infraestructura de telecomunicaciones para reducir gastos y mejorar los servicios, especialmente en zonas rurales donde los operadores no quieren construir por un mal. retorno de inversión.
Otras empresas también están interesadas en la nueva red de México. Huawei, de China, tiene muchas juntas programadas con el gobierno sobre el asunto.
Mexicanos pagan las tarifas más altas para la velocidad de banda ancha mediana más lenta en Latinoamerica.
Para solucionar esto, el Congreso ha aprobado reformas para fortalecer los reguladores de telecomunicaciones y declarar a América Móvil como el dominante del mercado para imponer regulaciones más estrictas.
El gobierno también propuso un plan de donar las frecuencias de cuarta generación a una empresa que construiría una red nacional. Esta empresa tendría el uso de 90MHz de los 700 MHz del espectro inalámbrico en la transición de transmisiones análogos a digitales. Luego rentaría capacidad a tarifas reguladas a operadores de telecomunicaciones que seguirán sirviendo a clientes directamente.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.