Uno de los eventos de moda más importantes del mundo, la Semana de la Moda de París anticipa y presenta, cada año, las nuevas tendencias que estarán en la ropa de las personas durante las próximas temporadas.
La edición 2014 del desfile, sin embargo, trajo una sorpresa que promete estar presente en la moda del futuro: la ropa hecha con impresoras 3D.
Parte de la colección, Magnetic Motion de la diseñadora holandesa Iris Van Herpen, le valió el premio anual dado por los organizadores del evento gracias a su enfoque innovador.
Utilizando una impresora 3D en todo el proceso de producción de sus piezas, desde el moldeo por inyección, hasta las técnicas de corte por láser y metal magnetizado, la inspiración de Iris surgió tras una inesperada visita al mayor acelerador de partículas del mundo, un aparato capaz de producir un campo magnético 20 000 veces mayor que el de la Tierra.
En Magnetic Motion la dinámica de las fuerzas de atracción y repulsión se materializan con el uso de materiales naturales, como imanes en diversos detalles de las piezas.
A pesar de que se ven incómodos y muy futuristas, los vestidos son completamente aptos para su uso, con la diferencia del modelado 3D, lo que permite modificar el ajuste hasta llegar a su perfección.