El estadounidense Keith Allen Phillips encontró una manera diferente de retratar la desnudez femenina. El fotógrafo cubrió a todas sus modelos con diferentes tipos de alimentos dulces y salados, y los resultados son imágenes inesperadas.
El objetivo de esta serie es retratar el límite entre la belleza y lo sexy. En las imágenes, el artista cuestiona y ridiculiza la vertiginosa pasión de los seres humanos por el dulce y por ello lo aplica en las caras de las modelos que posan para las fotos en posiciones que hacen referencia a la sensualidad.