El poder de hacer que una relación sea más feliz está en nosotros mismos. Así lo cree el psicólogo Jeffrey Bernstein, quien en una columna en Psychology Today dice que muchas parejas caen en pensamientos tóxicos que arruinan su felicidad.
Dejando fuera los casos de abuso y maltrato, el profesional indica que la mayoría de los problemas de una relación pueden resolverse eliminando ciertas maneras de pensar y trabajando en una convivencia más amena.
1. La trampa ‘Todo-o-Nada’: Ves a tu pareja ‘siempre’ haciendo las cosas mal, o ‘nunca’ haciendo lo correcto. Por ejemplo, cuando extrapolas una acción en particular a un pensamiento absoluto (“¡Nunca haces lo que te pido!”)
2. Conclusiones catastróficas: Es cuando se exageran las acciones negativas y eventos relativos a la otra pareja. (“Rebotó ese cheque y ahora estaremos arruinados”)
3. La bomba ‘debería’: Esto se resume en que una persona asume que la otra debe conocer todas sus necesidades por arte de magia, en lugar de decírselas directamente. (‘El debería saber lo mal que me siento sin que yo se lo diga’)
4. Etiquetas negativas: Injusta y negativamente etiquetas a tu pareja y dejas de ver sus cualidades positivas. (“¡Eres tan flojo!”)
5. El juego de la culpa: Injusta e irracionalmente culpas a tu pareja por todos los problemas o al menos los más grandes de la relación. (“Por tu culpa ahora mi vida es una mierda”)
6. Cortocircuitos emocionales: Ocurren cuando una persona se convence de que las emociones de su pareja no pueden ser manejadas. ( “No se puede razonar con él o ella”)
7. Imaginación hiperactiva: Es cuando se llega a conclusiones negativas sobre la pareja, que no tienen fundamento en una realidad comprobada. (‘Anda tan preocupado últimamente, debe estar engañándome’)
8. Ilusión de manipulación: Tratas de ser más astuto que tu pareja y erróneamente supones que él o ella se comporta de cierta manera porque tiene un objetivo detrás. ( “Sólo está siendo amable conmigo porque quiere salir sin mí este fin de semana”)
9. Perderse en la desilusión: Esto ocurre cuando te centras en las expectativas idealizadas de tu pareja que tienen sus raíces en el pasado. ( “Ahora sólo se preocupa por su trabajo, es como todos los otros que nunca se preocuparon por mi”)
Aunque algunos de estos pensamientos tóxicos eventualmente podrían llegar a tener un núcleo de verdad, dice el experto, en la medida en que distorsionamos, exageramos, y nos centramos excesivamente en ellos, la relación puede morir.
‘Ser capaz de buscar, y detenerse en la cualidades y comportamientos positivos de la pareja, es la clave para superar estos pensamientos tóxicos acerca de él o ella’, explica Bernstein.
Esto, además, ‘permite mejorar la comunicación, resolver problemas, y mejorar el romance. El verdadero fundamento para una relación feliz, ese secreto difícil de alcanzar, sólo puede ser encontrado o construido, en un solo lugar: tu propia mente’, indica el especialista.