Toda la vida hemos visto a la gente pegarle a los aparatos electrónicos cuando no funcionan correctamente. Aunque parezca un poco primitivo, si hay cierta lógica detrás de esto. En viejos tiempos, los dispositivos eran mucho más mecánicos, así que tomaba un poco de manejo físico para regresar algo que se salió de su lugar. Una conexión mal soldada podría reconectarse, pero no pasaría mucho tiempo antes de que dejará de funcionar correctamente otra vez.
Esta lógica aún aplica con las máquinas de hoy. Un golpe bien acomodado podría temporalmente arreglar ua conexión intermitente, pero es más riezgoso ahora. Un golpe puede causar que se raye tu disco duro, por eso el mantenimiento más agresivo se lo deberías dejar a los profesionales.
Unos golpecitos bien acomodados podrían ayudar a identificar una conexión débil en una tabla de circuitos.
Lo mismo sucede en emergencias médicas. Cuando un paramédico golpea el pecho de alguien que esta pasando por un paro cardiaco, no es muy diferente que la vieja tradición de un hombre reparando un objeto cuando le pegan al corazón para hacer que vuelva a latir. Pero al igual que muchos estudios dicen, el golpe mal acomodado puede causar más daño que el bien que intentas.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.