Pequeños y baratos drones son muy útiles para una variedad de tareas, ya sea como instrumento para ayudar en una búsqueda o para entretener a un turista.
Ligeros y sin piloto, estos drones se han vuelto un riesgo para el medio ambiente, sin embargo. ¿Qué pasa cuando el viento o un error de parte del piloto hacen que se caiga en un hermoso manantial de agua termal? El bio-dron es una solución biodegradable es una solución para este problema
El cuerpo de este dron esta hecho de micelión, una masa de hongos que se cultiva para tener exactamente la forma requerida para este dron. El micelión es más duro de lo que uno esperaría de las fibras de un hongo y lo han usado para paquetes y aislamiento.
Los circuitos fueron hechos usando tinta de nano-partículas de plata, la cual puede ser impresa en materiales biodegradables. Si choca y se pierde, gran parte del bio.dron se descompondrá en lugar de contaminar el medio ambiente.
Pero no se descompone 100% del dron, sólo el cuerpo y los circuitos son biodegradables. El motor, la batería, los sensores y las aspas que le dan al dron la habilidad de volar fueron tomados por otro dron ya comercialmente disponible. Investigadores esperan poder crear sensores biodegradables ahora. Ahora si se pierde el dron, su cuerpo y todo su interior se descompondría, pero su interior mecánico permanecería como una especie de esqueleto.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.