Generalmente, las estaciones de metro se asocian con ratas, basura, ruido, malos olores, calor, muchas personas y un largo etcétera, pero no con una bella arquitectura. Sin embargo, hay algunas estaciones alrededor del mundo que van contra esta idea y destacan como excelentes ejemplos de belleza con interiores sorprendentes en sus espacios subterráneos.
Los interiores logrados en algunas de estas estaciones de metro son aún más impresionante si tenemos en cuenta los retos de crear espacios subterráneos confortables. Los arquitectos deben hacer un seguimiento de la integridad estructural de las paredes, la circulación del aire, la humedad excesiva, y un millón de otras preocupaciones. Así que el resultado merece ser admirado: