A partir de su segundo trimestre de embarazo, el noventa por ciento de las mujeres verá estrías en su cuerpo. Hay quienes consideran estas cicatrices poco estéticas y otras las lucen con orgullo como señal de su maternidad, pero ¿qué son y por qué aparecen?

El origen de las estrías

Las estrías son una rotura de la capa de la piel conocida como dermis, ubicada bajo la más superficial, la epidermis. Durante el embarazo, la piel, un órgano de enorme flexibilidad, puede multiplicar por diez su extensión. A lo largo de las cuarenta semanas de gestación, ciertas zonas de comenzarán a volverse más rosadas y finas. También se sentirán ciertos picores. Es la señal del ensanchamiento y aumento de tonicidad de la piel. Las fibras de colágeno y elastina de la dermis se estiran sin que haya tiempo de producir más cantidad que supla la necesidad de más fibras. Estas se rompen al sufrir la tensión y aparecen las estrías, más o menos agrupadas en la misma zona.

Las zonas de aparición más comunes son abdomen, muslos, caderas y senos, por ese orden. Se distinguen dos tipos de estrías, las rojas o estrías rubra, y blancas o estrías alba. En gran parte de los casos, estas cicatrices muestran un color rojizo y una textura rugosa en la piel, para más tarde aclararse, aplanarse e ir desapareciendo con el tiempo.

Sin embargo, esto no siempre es así, y muchas mujeres conservarán siempre este signo de su embarazo.

Cómo tratarlas

Nada garantiza que se pueda evitar su aparición, de hecho las estrías tienen un fuerte componente hereditario. Por su efecto deshidratador en los tejidos, un clima seco también puede potenciarlas. En todo caso, lo más conveniente durante los nueve meses es conservar la piel lo más sana posible, por ejemplo:

  • Mantener una dieta sana, basada en lácteos, verduras, frutas y pescado
  • Hidratar la piel con cremas y bebiendo agua
  • Realizar ejercicio habitualmente
  • Tratar de ganar peso de forma gradual, sin comer de manera desproporcionada
  • Evitar la exposición prolongada al sol

Pasado el parto, conviene no olvidar cuidar las estrías en particular, y la piel en general. He aquí algunas ideas para protegerse mejor:

  • Mantener una buena rutina: dieta sana y ejercicio
  • Cepillar en seco las cicatrices, con suavidad pero también con firmeza.
  • Usar productos naturales en lugar de los industriales
  • Seguir hidratando la piel
  • Protegerse del sol
  • Si se cree necesario recuperar peso tras el parto, procurar que sea de manera gradual, del mismo modo que se ganó durante el embarazo

Con información de AEDV