Dentro de la tundra siberiana, el pueblo de Oymyakon es considerado el lugar habitado por el hombre más frío en la Tierra con un promedio en el invierno de -50 ºC. El fotógrafo radicado en Nueva Zelanda, Amos Chapple, embarcó en un viaje de dos días desde Yakutsk, la ciudad más fría del mundo, hasta el pueblo para poder documentar lo que es vivir en un lugar tan frío que la gente corre el riesgo de congelarse por estar unos minutos fuera.
Las fotos de Chapple en Oymayakon y Yakutsk revelaron unas cosas interesantes sobre la vida en una región tan brutalmente frío. En Oymyakon, los aldeanos dependen de una dieta principalmente de carne ya que las cosechas y verduras frescas no sobreviven en esas condiciones. El suelo congelado hace difícil poder darle mantenimiento a la tubería, así que muchos escusados son letrinas. Los coches deben mantenerse prendidos cuando están fuera o deberían ser guardados en estacionamientos calientes.
Ve más del trabajo de Chapple en su sitio.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.