Brad Spencer es un artista que trabaja con ladrillos para producir llamativas esculturas figurativas. El hecho de que los ladrillos sean típicamente un material arquitectónico cuyas formas visuales rara vez se extienden más allá de una pared las hace aún más llamativas.
Muchas de las obras de Spencer juegan con el uso arquitectónico del material, es decir, forman parte de alguna pared o un divisor público. A partir de estas estructuras básicas, emergen figuras tridimensionales.
“La escultura de ladrillo se remonta a la antigua Babilonia, pero sigue siendo una mejora fresca e interesante para cualquier edificio, pared o el medio ambiente. El ladrillo se caracteriza por su durabilidad y bajo mantenimiento, así mismo se mezcla bien en lugares donde existen otras construcciones, se ve bien con el paisaje y tiene una familiaridad consolidada entre la gente”, dice el artista sobre su material de trabajo.