No vas a volver a ver el sexo de la misma manera.
2 Parcialismo
Este fetiche se basa en el particular gusto de una persona por una parte del cuerpo específica de otra. Esta fragmentación del deseo hace que algunas personas lleven esto al extremo y durante el sexo busquen copular solamente con un codo, una oreja o un pie.
3 Agalmatofilia
Las personas que gustan de este extraño fetiche, optan por una pareja totalmente irreal. Se basa en el enamoramiento o excitación hacia un maniquí, un muñeco inmóvil o una estatua.
En la película “Lars and the real girl” se lo ve al bebo de Ryan Gosling manteniendo una relación amorosa con una muñeca. Sí, todas queremos ser esa muñeca.
4 Formicofilia
Uno de los fetiches más extraños y hasta repugnantes. Se basa específicamente en la excitación de tener insectos caminando por las zonas más erógenas del cuerpo, y en algunos casos en la zona genital.
En Japón existe la costumbre entre ciertas personas de utilizar anguilas para el sexo anal o para la masturbación femenina, esto está ligado claramente con la formicofilia.
5 Dacrofilia
Muchas personas incrementan su excitación lamiendo, untándose o bebiendo lágrimas. Esto puede deberse a que las lágrimas tienen químicos como la oxcitocina (la llamada hormona del amor). Pero existen personas que buscan propiciar las lágrimas por cualquier motivo para llegar excitarse, lo que puede derivar en violencia.
6 Acrotomofilia
Algunas personas llegan al punto culmine de excitación cuando se encuentran ante personas con miembros amputados, ya sea con la falta de éstos o con sus respectivas prótesis.
7 Mecanofilia
Este fetiche puede tener su origen en la sexualización que se les da a las máquinas en las publicidades. Existen personas que no sólo se ven excitadas por las máquinas, sino que hasta tienen sexo con vehículos. El día que inventen robots con cuerpo de mujer, no se que va a pasar.
8 Simorofilia
Hay un tipo de fetiche donde el placer sexual se genera a partir de un accidente, como puede ser un choque automovilístico. El clímax del placer se sincroniza con el momento de un choque: excitación in extremis que coquetea también con la muerte.
Por otro lado, esto también comprende la fascinación por tener sexo en un desastre natural, tener sexo en un huracán, tsunami, incendio, etc., y la máxima dádiva de la simorofilia: copular durante el fin del mundo, el coito apocalíptico.
9 Hierofilia