Dos hombres sentados frente a una cámara con la cara cubierta. Una manera que tienen los terroristas de ponerse en contacto con el mundo para hacer algunas peticiones. Estos hombres también tienen algo que pedirle al mundo pero está lejos de las armas, de los conflictos bélicos y de las masacres. Ellos quieren libertad y que dejen de tratarlos como terroristas porque no lo son, simplemente son homosexuales, una orientación sexual que hoy en día aún está perseguida en más de 90 países.
Esto es lo que piden.
“Que liberen a nuestros prisioneros. Que dejen de perseguirnos. Exigimos a los más de 90 que nos buscan, que abandonen las hostilidades. Que dejen de tratarnos como terroristas. En cuatro de cada 10 países del mundo ser homosexual es un delito castigado con la cárcel e incluso con la muerte”