Puedes ahorrar mucho tiempo y energía aprendiendo cómo identificar el tipo de sexo que puedes esperar tener con alguien antes de llevar a cabo el acto con esta persona.
Un método obvio es observando el lenguaje corporal, pero también puedes aprender mucho interpretando señales mucho más sutiles como la fuente tipográfica que usan para escribir. Así que la próxima vez que estés evaluando a una potencial persona que podrías llevar a la cama, casualmente preguntale qué fuente es su favorito.
Tiene buenas intenciones e intenta mucho, planea cuidadosamente varios playlist de Spotify para la cama, pero siempre se le olvida que existe la forma de escuchar música sin que se entere todo mundo.
Moderadamente ambicioso, principalmente interesado en la facilidad con la cual pueden incorporar metal o magia negra.
Sabe cómo usar una variedad de juguetes y guarda unos varios por si pueden funcionar. También usa aromaterapia.
Práctico, normalmente termina en 5 minutos cerrados, pero todos quedan satisfechos. También es conocido por nunca lavar las sábanas.
En la playa si es posible, casualmente trae Boondock Saints en una pantalla grande en el fondo.
El incómodo amigovio que logra su propósito (osea que te lleva al orgasmo), no parece sentir pena por sus calzones de cada día de la semana.
Persona sorprendente, un enorme aficionado del BDSM, pero antes de que se volviera popular 50 Shades of Grey. Normalmente requiere un día de recuperación después de cada encuentro.
Gentil, intenta hablar sucio, pero falla disculpándose siempre, usa la almohada de manera eficiente.
Salvaje e impredecible, con frecuencia deja manchas cuestionables en las sábanas ajenas.
Le gusta hacerlo en público con mucho entusiasmo y con frecuencia.
Ha juntado una colección de lencería y aún esta trabajando en las transiciones entre posiciones.
Le gusta el misionero con mucho contacto visual y no da orgasmos.
Deshilvanado y casi excesivo con sus cambios de posición.
Hace ruidos empáticos, a veces son demasiado entusiastas como para decodificarlos.
Un campeón de movidas clásicas, misteriosamente nunca suda.
Leyó en algún lado que tener sexo en el piso de la cocina equivale a pasión, insiste en seguir en el piso durante cualquier sesión más duradera de 10 minutos. No parece que entiende que la gente lo puede ver con las cortinas abiertas.
Aburrido con la vida en general como para ser abierto a cualquier sugerencia, no tiene idea cómo dar sexo oral.
Usa calcetines durante todo el proceso cada vez sin falta.
(Wingdings)
Situaciones que duran todo el fin de semana, a veces usa flautas de madera de maneras misteriosas.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.