¿Qué habrá pasado por la mente de estos niños al desviar así su mirada? ¿Acaso recordaron el cómodo pasado en el que sus mamás los tenían en su pecho, o más bien ya estarán perdiendo la lucha contra la inocencia? Lo cierto es que no pudieron resistirse a lo que tenían frente a ellos y decidieron comérselo, al menos, con los ojos: