Imagínate ir manejando tranquilamente por una carretera rural cuando, de repente, se cruza un perro enorme. Es un San Bernardo y no va solo: arrastra por los suelos a un chico que no pudo con la fuerza de uno de los perros más grandes del mundo.
Probablemente harías lo mismo que el protagonista de este video: partirte de risa. Porque la situación, grabada en la República Checa, más cómica, no puede ser.