Lavar el cabello es un acto mecánico para muchos donde el shampoo jamás queda fuera del proceso. Algo que la Lucy Aitken, quiso dejar de lado.
Los motivos para tomar la decisión fueron varios: “Quería ahorrar dinero, reducir la cantidad de químicos que utilizaba en mi cuerpo, sobre todo los carcinógenos, y simplificar mi vida”.
La conocida bloguera decidió dejar de usar shampoo hace tres años para ahorrar dinero. El punto de inflexión fue un artículo que leyó en la prensa sobre un estudio. Éste concluía que las mujeres se ponen en el cuerpo 515 productos químicos al día.
Según comentó a BBC, la decisión no fue algo fácil. “Pasé por tres meses de pelo horrible, seguidos de dos meses más de pelo regular, pero ahora es maravilloso”, agregando que mantiene su pelo rojo limpio, lavándolo sólo con agua cada una o dos semanas y aplicándose un huevo cada once días.
“Pero cuando empecé no sabía de la existencia de los aceites esenciales y otros productos naturales que podía utilizar, porque lo hice todo por mi cuenta, sin ningún apoyo”, indica.
La experiencia ha hecho que Lucy haya querido compartir su caso a través de un libro que publicó el año pasado, llamado Happy Hair: the definitive guide to give up shampoo. En él cuenta cómo el jabón puede ser reemplazado por ingredientes como agua, bicarbonato o vinagre.
Su página web sirvió para que miles de personas quisieran comenzar a probar su método, tal como fue el caso de la nicaragüense Claudia Siu.
Siu explicó que dejó el shampoo debido al impacto ambiental que produce “todos los perturbadores endocrinos que tienen estos productos. El shampoo va al agua, que después bebemos o usamos en los cultivos”.
“Cada quien tiene que encontrar la receta que mejor se adapte a las características de su cuero cabelludo, pero en mi caso mezclo dos cucharadas de bicarbonato de sodio en medio vaso de agua fría y aplico la disolución en el pelo húmedo, masajeándolo, y evitando el contacto directo con el cuero cabelludo para no irritarlo”, afirma.